9 de septiembre de 2024

La competencia más extrema de la historia en unos JJOO se interpone en el sueño de Jon Rahm y David Puig

Poco antes de las 11:55 horas de hoy 1 de agosto, cuando Jon Rahm tiene programada su salida para debutar en el torneo olímpico, el golfista vasco le dará la mano al noruego Viktor Hovland, número 7 del Ranking Mundial, y al norteamericano Xander Schauffele, número 2 de ese prestigioso listado, con quienes comparte partido.

Las sensaciones serán intensas por la inminencia del primer golpe olímpico y por la presencia de quien ya sabe lo que es ganar la medalla de oro y que acude con la intención de reeditar los laureles que le llevaron a emocionarse vivamente en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

No en vano, Xander Schauffele puede vanagloriarse de haber mordido el precioso metal en la cita japonesa, acumulando una experiencia que Jon Rahm y David Puig están adquiriendo a velocidad de vértigo. Además, el golfista norteamericano llega a París con unos precedentes grandilocuentes, los que confieren el haber ganado este año el US PGA Championship y The Open, unos credenciales que infunden más que respeto.

Xander Schauffele no será el único, ni mucho menos, que se interponga en el sueño de los representantes españoles, inmersos en una dura batalla en la que se encuentran presentes diez de los quince mejores jugadores del Ranking Mundial, incluidos los siete primeros.

Mención especial para los cuatro representantes de Estados Unidos, que acaparan cuatro puestos entre los seis primeros del Ranking Mundial. Con la pomposidad característica de los norteamericanos, generada en este caso mediante espectaculares actuaciones a lo largo del año, Xander Schauffele está acompañado por Scottie Scheffler, líder USA indiscutible, número 1 del Ranking Mundial avalado por seis triunfos en la presente temporada, entre los que se incluye el siempre deseado The Masters.

Ante semejante exhibición de poderío empequeñecen otros dos compatriotas de indudable prestigio, Wyndham Clark y Collin Morikawa, números 5 y 6 del Ranking Mundial, que añaden presión a todos sus rivales merced a una calidad que puede surgir a borbotones en cualquier momento.

Pero es que aún hay más, mucho más en un plantel de jugadores espectacular con capacidad más que sobrada para ganar el título. Es el caso del combativo irlandés Rory McIlroy o del sueco Ludvig Aberg, número 3 y 4 del Ranking Mundial.

Jon Rahm y David Puig -en su caso su debut se produce a las 11:06 horas junto el polaco Adrian Meronk y el finlandés Sami Valimaki– no se amedrentan por estas contundentes cifras que plasman la competencia más extrema en la historia golfística de unos Juegos Olímpicos.

El jugador vasco, en la jornada previa, declaraba que el relato olímpico del deporte del golf es todavía escaso, pero han bastado dos citas, la de Río de Janeiro 2026 y Tokio 2020, para que la plana mayor del golf mundial atienda con el mayor de sus desvelos esta nueva oportunidad de colgarse una medalla de oro al cuello que ha adquirido ya un valor incalculable.

Uno tras otro, en sus comparecencias en la sala de prensa, los principales protagonistas han reafirmado la importancia de una presea olímpica, situándola a la altura de ganar un ‘major’, palabras mayores cuando la comparación se establece con torneos con decenas y decenas de años de historia.

El problema, ahora, no es establecer la importancia de una medalla o generar debates de complicada resolución. El problema es adivinar quién ganará en la cita olímpica con la competencia más extrema de la historia de unos Juegos.

 

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