Cuando se trata de jugar como un equipo en un esfuerzo principalmente individual, no hay más que mirar al Equipo de Irlanda en la competición olímpica de golf de esta semana.
«Me gustaría pensar que somos buenos el uno para el otro cuando estamos cerca», dijo Shane Lowry el martes sobre su compañero de equipo Rory McIlroy. «Me gustaría pensar que ambos vamos a rendir bastante bien esta semana».
Desde sus primeros días en el DP World Tour, pasando por el éxito en el PGA Tour -incluyendo una victoria en el Zurich Classic de Nueva Orleans de este año- y estando juntos en múltiples equipos de la Ryder Cup, este dúo tiene un robusto álbum mental de experiencias.
Lo mismo puede decirse de los Juegos Olímpicos. La competición olímpica masculina de golf en Le Golf National supondrá su segunda participación con los colores verdes de Irlanda en unos Juegos de Verano, tres años después de su debut en el espectáculo deportivo de Tokio.
Rory McIlroy se quedó a las puertas de una medalla en Tokio, al perder en un desempate a siete por la medalla de bronce. Inmediatamente después, el cuatro veces campeón de un major dijo que nunca había luchado tanto para terminar tercero. Tras la primera medalla de Irlanda, gracias al bronce de la nadadora Mona McSharry el lunes por la noche, Lowry y McIlroy quieren mantener ese impulso.
«Es estupendo empezar a sumar medallas y esperamos conseguir otra esta noche con Daniel (Wiffen, también nadador) y ojalá alguno de nosotros pueda sumar una o dos entre los dos», declaró Lowry. «Ése es el plan. Por eso estamos aquí. Si nos fijamos en los medios de comunicación y en lo que se sintió ayer en casa cuando Mona ganó la medalla de bronce, creo que si yo ganara una medalla de oro y me la trajera a Irlanda, sería genial».
«(Ganar el oro) sería el logro, sin duda del año», dijo McIlroy, que está familiarizado con la sede de esta semana desde el Open de Francia y la Ryder Cup 2018.
«Probablemente sería uno de, si no el mayor de mi carrera en los últimos 10 años. … Diría que mi concentración es bastante alta. La última vez que me vieron, no di muy buena imagen en Troon (en el Open Championship). Quiero asegurarme de que estoy donde tengo que estar en el tee de salida del jueves».
Para Lowry, su segunda experiencia en los Juegos Olímpicos tuvo un comienzo perfecto, ya que el viernes compartió las tareas de abanderado con la vallista de 100 metros Sarah Lavin.
«Fue una experiencia increíble y algo que recordaré para siempre», dijo el campeón del Open 2019. «Fue un gran honor, y cuando llegué allí y pude experimentarlo todo, sí, recuerdos para toda la vida. E incluso estar allí y estar cerca de los otros atletas, fue bastante genial».
Lowry pasó gran parte del tiempo previo a la procesión de barcos por el río Sena en la villa olímpica y sus alrededores, rodeado de otros atletas, en particular de Lavin, cuya pareja, Craig Breen, falleció trágicamente el año pasado en una prueba previa a una carrera de rally.
«Ese día llegué a conocerla bastante bien, y la historia y lo que ha vivido es increíble», reflexiona. «Ese día se ganó un gran admirador, y espero verla hacer grandes cosas la semana que viene. Sí, ver lo que hace la gente y por lo que pasan otros atletas es algo genial».
Y mientras la preparación para la ronda de apertura es inminente, Lowry ya estaba planeando a qué deporte iba a asistir más tarde ese mismo día. Después de todo, es un elemento clave de lo que diferencia competir en unos Juegos de Verano de la rutina habitual de la temporada del Tour.
McIlroy y Lowry son una pareja a tener en cuenta cualquier semana, pero quizás en un ambiente de equipo, aún más en París.
