La verdad, me costó definirlo. Me costó encontrar algo positivo, esperanzador, ilusionante. Me salió la palabra DECEPCIONANTE. Estuvimos un rato cambiando impresiones, y lo que viene a continuación es un resumen de lo que salió de ese momento especial.
No me gusta que un país árabe haya tomado el control del golf de “competición” de élite. No me gusta que un Fondo Soberano Árabe haya invertido, según he leído, 1.450 Millones de USD este año. Es salvaje y desproporcionado. Y el golf lo acabará pagando caro, como lo está ya pagando el fútbol europeo y dentro de unos días lo va a pagar el internacional con el Mundial de Qatar, una verdadera atrocidad como ha reconocido el mismo Joseph Blatter, precisamente el que lo firmó.
No me gusta que la conversación sobre los Grandes sea si van o no a dejar jugar a tal o a cuál, si los Opens, sí, pero a lo mejor el Masters y el PGA, no. ¿De verdad? ¿Esto es lo mejor que podemos hablar de los Grandes? Por favor.
Compromiso, sinceridad, honestidad, Palabra… Actitud que aprendí de mis mayores, de mis padres y abuelos, y en el golf de los clásicos, especialmente de los más grandes de mi momento. Irremediablemente respondo a una generación diferente, que se formó en los 60-70-80. Éramos muy diferentes. El mundo era muy diferente. La Palabra tenía un Valor. No me gustó lo que vi de algunos jugadores desde enero hasta junio de 2022. Dieron su Palabra, en público y en privado. No creo que tenga que tirar de hemeroteca. Creo que todos sabéis de quien hablo y de cuando lo hicieron. Basta un ejemplo. Jay Monahan, Comisionado del PGA Tour estuvo en la boda de Brooks Koepka como invitado especial. Tres días después Koepka anunciaba que firmaba con el Circuito Saudí. Koepka se convirtió de golpe en el hombre que juró nunca ser, y que juró aborrecer. ¿Cuánto vale la Palabra de una persona?
Irremediablemente, algunos jugadores cayeron del pedestal en el que los tenía. Pasaron de deportistas a meros atletas. Ya no se podía confiar en ellos. Perdieron lo más preciado que hay, la Palabra. Y todo por otro coche, otra casa, otro yate, o algunos ceros a la derecha más en el banco, salvo algunas excepciones como John Bland, Pat Perez y pocos más, los que llamamos cariñosamente “de la clase media”.
Aunque es cierto que el golf no se empezó a jugar como vueltas de 18 hoyos, pues el primer Open Championship de 1862 en Prestwick se jugó en un recorrido de 12 hoyos en tres días, es decir, 36 hoyos, sin corte (por lo que no se les otorgó puntos en el OWGR), lo que si es cierto es que desde hace un siglo, el golf de competición profesional se desarrolla sobre el concepto de 72 hoyos y cuatro días. Las inercias, las dinámicas en cada uno de esos días son diferentes. Limitarlo a 54 hoyos y saliendo por diferentes tees rompe con la dinámica del golf de competición de élite y lo convierte en un show, eso si, carísimo, por cierto.
¿Se imaginan cuantos Grandes más habría ganado Jack Nicklaus (diecinueve segundos puestos) en caso de haberse jugado a 54 hoyos? ¿Y cuántos US Opens tendría Phil Mickelson (seis segundos puestos)?
No me gusta lo que hizo Cam Smith. Ganar el Open Championship sabiendo que se iba al Circuito Saudí (estaba ya firmado), no responder a las preguntas, para así poder jugar los play offs de la Fedex Cup y aspirar al jackpot. Sólo haber reconocido la firma del contrato hubiera sido suficiente para inhabilitarle. Por eso no lo hizo. ¿De verdad una persona que acaba de firmar un contrato de 100 Millones de USD de fijo hace eso? ¿Hasta donde llega la avaricia del ser humano?
No me ha gustado lo que ha hecho el PGA Tour. Dividir los torneos entre “reforzados” y “no reforzados”. Entiendo por qué, pero no me ha gustado, lo siento. A Jack Nicklaus tampoco. Veremos que trascendencia tiene en la futura negociación de contrato de patrocinio.
No me ha gustado lo que hizo Joaquin Niemann. Ir a la reunión de Delaware como Top 20 del Mundo, enterarse de primera mano de todo, e irse con la información privilegiada al Circuito Saudí. También el jugó los playoffs para mejorar su bono Fedex Cup antes de darle la espalda al PGA Tour. No me lo esperaba de él.
Por cierto, ambos dejaron tirados al Equipo Internacional, sabiendo que su adscripción al Circuito Saudí conllevaba no disputar la Presidents Cup, sólo porque si no jugaban el torneo de Chicago la semana anterior no cumplían con el mínimo de torneos y no podían aspirar a los bonos finales del LIV.
No me ha gustado que aquí en España ningún medio de golf haya escrito nada trascendente sobre el Circuito Saudí. No he leído algo a favor del DP World o del PGA Tour. Hasta hace dos años eran la panacea. Ahora son casi delincuentes que “secuestran y penalizan” a los jugadores. Parece que el “pensamiento único” que impera hoy en nuestra Sociedad se ha instalado también aquí. Todo lo importante, lo trascendental, lo que hay en la trastienda, y que poco a poco aflorará, sobre todo si el Circuito Saudí gana la Guerra a base de cañonazos de petrodólares, ha habido que leerlo en inglés. Desde luego, el periodismo de investigación ha brillado por su ausencia. Probablemente este medio sea el único, pues aceptó que publicara mis dos primeros artículos de esta serie.
Al ver esto intenté dar una visión diferente, respetuosa, pero con claridad. Pero me dieron por todas partes. Por eso dejé de opinar al respecto. Hoy cierro con esta tercera entrega simplemente porque di mi Palabra a este medio de que escribiría tres. Y lo cumplo. Pero como decía George Lakoff, “La idea de que la gente abandonará sus creencias irracionales ante la solidez de la evidencia presentada ante ella es en si misma una creencia irracional, no apoyada por la evidencia”. Por eso lo dejé.
Termino con lo más triste, lo que menos me ha gustado. Los Jugadores. El PGA Tour había arrancado con sus cambios en The Players 2021. Poco a poco iban implementándose. Volvió a producir cambios en noviembre de 2021. Iba a producir más cambios este año. Estaba previsto. Quien diga lo contrario, miente. No lo hizo antes simplemente porque salvo una o dos excepciones, todos “juraron fidelidad”, para luego faltar a su Palabra dada. Sobre todo, los que han amasado verdaderas fortunas ganando premios monetarios en su carrera de hasta 75 Millones de USD además de los cuantiosos contratos publicitarios y de material. Le dieron la espalda a quien les ayudó y fomentó para llegar a lo que eran. El PGA Tour, entidad que se debe a un presupuesto (no como el Circuito Saudí, un pozo sin fondo), pensaba que tenía tiempo para implementar los cambios. Que engañado estaba.
En argot jurídico y como sinónimo, no me lo tomen al pie de la letra, no se si son culpables, cómplices o cooperadores necesarios de todo esto en lo que se ha convertido el golf profesional de élite. Voces altisonantes, reproches, enemistades, palabras cruzadas, juicios, debates, sanciones, recursos…. Esto también es un show. Penoso, pero show al fin y al cabo.
Mi deporte NO se lo merecía. El deporte al que le he dedicado mi vida profesional y en muchos casos la personal, No se lo merecía.
Por esto a mi amigo le dije que el año era DECEPCIONANTE.
Espero que el año 2023 sea mejor, aunque no pinta bien….
Álvaro Beamonte
1 comentario en «To LIV or not to LIV (y III): Decepcionante»
Hola Sr. Beamonte todo lo que dice es cierto y muy nostálgico yo como padre de un joven de 23 años Pro de este maravilloso y fantástico deporte estoy totalmente de acuerdo
Mi hijo desde los tres años empezó a jugar y hace dos años se pasó a Profesional claro entre pandemia etc solo ha disputado competiciones durante este 2022 en PGA España , Portugal y ALPS Tour School en Italia más circuito Andalucia pero desgraciadamente no están valorados ni por muchos club de golf y pienso que por otras entidades. En el caso de mi hijo podrá seguir jugando uno o como mucho dos años más por falta de medios económicos
Yo sinceramente creo que a todos los Pros que juegan PGA campeonatos de España etc tenía que cuidarlos e incentivarlos algo económicamente no solo los 20 o 40 si pasan corte etc
Son muchísimos gastos y campeonatos que nadie apoya
Estos Sres del LIV van con petrodólares cierto eso no es deporte
Pero ojalá que en Europa en España se junten grandes compañías para apostar más por este deporte no solo para lis Elitistas ya que muchos grandes jugadores se quedarán por el camino por falta de economía
En cualquier deporte a partir de segunda ya tiren un fijo económico Mínimo
Haber si aprendemos y no hablamos Sin motivos cuando tenemos la vida resuelta
Un saludo
José Francisco
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