Álvaro Beamonte: Golf Post Covid-19 (II)

Idea de futuro. Una oportunidad

El Golf tiene una oportunidad. Posicionarse como un deporte familiar al aire libre, con menor riesgo de contagio, donde el distanciamiento social es más sencillo, agradable, saludable para prevenir muchas enfermedades, que forma a la persona integralmente en valores como sacrificio, afán de superación, valentía, arrojo, asunción de riesgos, compañerismo, deportividad, solidaridad, beneficencia….

Si conseguimos emitir este mensaje es posible que podamos llamar la atención de nuevos jugadores o recuperar a algunos que nos han abandonado (cerca de 60.000 según las estadísticas) y empezar a paliar los efectos de la crisis que se nos viene encima.

Hablando con Claudia Hernández, presidenta de la AECG, me comentaba que empezaba a ver pequeños »brotes verdes» y altas de nuevos socios por el efecto »aire libre y puro» y deporte sosegado sin contacto. Si somos capaces de capitalizar este valor, tenemos esa oportunidad de la que hablaba.

Pero para ello necesita dos apoyos fundamentales, Gobierno y Entidades o Asociaciones de Golf. Estar regidos por un gobierno social/comunista cuya hoja de ruta es la que estamos conociendo, no ayuda en principio a que el golf pueda superar este reto que tiene por delante, a pesar de los beneficios que genera en empleo, ingresos por turismo y recaudación fiscal. Rema contra corriente. 

En el segundo caso, se está trabajando en ello. La AECG (Asociación de Campos de Golf de España) ha sido vital en estos dos meses (menudo final de mandato para Claudia), pero sola no puede. La colaboración con la RFEG, la PGA, la AEGC (Gerentes) y la AEG (Greenkeepers) ha sido y es vital. Pero quiero dejar una cosa muy clara en mi opinión. Primero, es necesario el negocio para que este sustente a su vez al deporte. Sin el primero nunca existirá el segundo o existirá disminuido. El ejemplo lo tenemos en fútbol (LFP y RFEF), baloncesto (ACB y RFEB), balonmano (ASOBAL y FEB), y ya si miramos al otro lado del Atlántico, con más de 30 millones de jugadores de golf, es aún más claro. Los deportes están liderados por el negocio, por la empresa. Así NBA, NFL, NHL, PGA Tour, ATP, etc… Si en este momento no cuidamos al sector económico del golf, no tendremos el deporte que hemos conocido. 

Hace falta una unión tipo National Golf Foundation www.ngf.org que coordine todos estos esfuerzos empresariales. Y que establezca las pautas comunes a todo el sector. Que establezca las necesidades, las prioridades y las posibilidades. Sólo hay que copiar y pegar.

Ideas promocionales de apoyo

Por último, dejo o esbozo aquí algunas ideas de campañas promoción:

1. Apertura del Centro Nacional de la RFEG y de los Centros de las Territoriales para impartir cursos de iniciación gratuitos a todos los que deseen conocer el golf a partir de que lleguemos a la nueva realidad (odio el término nueva normalidad porque nada va ser normal, ni nueva ni vieja). Gratuitos, de tres meses de duración con una clase semanal, en grupos de cuatro jugadores máximo. Esto permitirá dos cosas: Una, elevar el nivel de la enseñanza e incorporar antes a jugadores que puedan entrar en el negocio del golf. Y dos, cumplir con las directrices en materia de distanciamiento. Durante mucho tiempo hemos estado abusando de clases de grupos grandes que destinaban muy poco tiempo del profesional PGA a cada jugador, con el consiguiente retraso en el aprendizaje y un porcentaje de abandono de principiantes. ¿Coste de esta acción? El coste del entrenador, muy pequeño si lo valoramos en términos de ingreso a futuro. A esta campaña podría añadirse cualquier campo de golf de la geografía nacional que deseara.

2. Moratoria en el pago de la licencia en los dos/tres primeros años para nuevos federados a partir del momento cero, hasta que la situación económica mejore o el jugador avance tanto que pueda y quiera participar en competiciones regladas. Recuerden, el golf no es competición solo, es ocio y disfrute también. En momentos de dificultad hay que eliminar los obstáculos.

3. Acuerdo a nivel global de todas las Federaciones/campos con un fabricante o fabricantes de material que lo deseen, para conseguir material básico barato para el principiante. Cuatro palos, un putter y una bolsa. Que las Federaciones o el campo ayuden con el IVA, tipo las campañas ‘Black Friday’. Las Federaciones y los campos pueden compensarlo, lo recuperarían, no así el consumidor final. Esto haría que el nuevo jugador tuviera sus palos propios más económicos y limitaría el posible contagio al no compartirlos (sello COVID FREE). Eliminaría el «miedo escénico» en parte, elemento muy importante para generar confianza, y aligeraría la carga económica en un momento complicado.

4. Un cuidado muy especial de los PGA Pros, claves en todo este proceso. Si el profesor NO engancha, no hay nada que hacer. Esta fue una de las razones del fracaso de la campaña de «Bautismos de Golf», pues no se tuvo en cuenta al entrenador. Hay que apoyarles y ayudarles económicamente. Se podría invertir la parte del presupuesto federativo que no se ha consumido por la cancelación de competiciones regionales, nacionales e internacionales en esta acción o acciones. Regular su situación de falsos autónomos o sin contrato, mediante un acuerdo entre la ACGE y la PGA, para que su percepción sea que pertenecen al sector, no son unos elementos externos al mismo. Que se sientan parte integrante de la empresa, no subcontratados. Tengamos clara una idea, sin el profesional PGA comprometido y tranquilo, no hay nada que hacer en el campo de la fidelización del jugador.

5. Información muy clara de los protocolos y una campaña de marketing en RR.SS., nueva, no tradicional, que comunique correctamente en este sentido. Utilizar a prescriptores o grandes estrellas mediáticas, no solo del golf, sino de otros deportes y sectores que juegan al golf, como Rafael Nadal, Carlos Sainz padre e hijo, futbolistas (Pachi y Julio Salinas, Javier Clemente, Bernd Schuster, Paco Gémez), esquiadores (la familia Fernández Ochoa en pleno), toreros (Pepín Liria y Enrique Ponce entre otros) periodistas (Matías Prats, Carlos Martínez, JJ Brotons, Pepe Domingo Castaño), políticos (José Luis Martínez Almeida), personajes conocidos, hombres, mujeres, de todas las edades, en suma. En este sentido entender que la realidad es heterogénea, y que el »modelo de golfista» tradicional ya no existe, por lo que la campaña debe ser muy abierta en todos los sentidos.

6. Finalmente, ‘the last but not the least’, pensar también por y para la mujer. Es una de las grandes claves en las que se está trabajando en Europa mediante la campaña www.love.golf y el lema ‘Try it, love it‘ (Pruébalo, Ámalo). Ha dado unos grandes resultados en Alemania y Holanda, donde la participación de la mujer ronda el 35% del total de jugadores. En España estamos en una proporción de 71,4% contra 28,6%. Tengamos en cuenta que ese incremento del 7% adicional supondría unas 20.000 licencias más, acercándonos de nuevo a las 300.000. El golf deberá ser mucho más familiar. Habrá que dedicar días adecuados a las mujeres, que son y juegan de manera diferente, más alegre, quizás hasta más, dicho con mucho cariño, »desorganizadamente», como se destaca en vídeos incluidos en la campaña citada. La mujer tirará del hombre y de los niños y, como veíamos al comienzo, si queremos frenar la caída de las licencias infantiles y juveniles y garantizar el recambio generacional para consolidar el negocio a largo plazo, tendremos que atraerla y retenerla.

Al final, para tener éxito habrá que cambiar los no por sí. Y cambiar nuestra perspectiva. Nada será igual post COVID-19, esta pandemia nos obligará a reinventarnos. El que mantenga su camino idéntico al que llevaba antes del mes de marzo de 2020 no lo tendrá fácil.

Reinventemos el golf, démosle un giro. Hagamos cosas diferentes.

Hasta la próxima

Álvaro Beamonte

www.alvarobeamontegolf.es

IG: @alvarobeamontegolf