Nunca cuatro letras significaron tanto.
Recuerdo cuando le vi por primera vez. Corría el año 1977 y yo llevaba apenas dos años jugando al golf. Bueno, eso de jugar…… vamos a dejarlo en «empujar» la bola y «buscar petróleo» como calificaba mis golpes José Rubio «Wilson» mi profesor. Era el mes de abril, el mes en el que se celebraba el CEPSA Open de Madrid en mi Club, Puerta de Hierro. Decidí que era momento de ver en directo mi primer Campeonato de Profesionales. Yo tenía entonces 16 años. Ahora ya tengo 49. Diosssss…. han pasado ya 33 años, y parece que ha sido un suspiro.
Cogí mi Montesa Cota 74 Trail y me fui a Puerta de Hierro con un bocata envuelto en papel albal, decidido a pasar todo un día viendo el mejor golf de la época…. al menos en Europa.
Al llegar, pregunté a Carlos y Truman, los caddie masters de toda la vida, a quien debía seguir. Ellos me dijeron….»Sigue a Seve Ballesteros, es el mejor joven y va a ser un fenómeno». Se nota que ambos sabían de lo que hablaban.
Miré el orden de salida, hice mis números y me di cuenta de que podía coger a Seve en el green del hoyo 8, el que discurría por detrás del campo de prácticas. Allí me fui. Y le vi llegar…. El porte era diferente a todo lo que yo había visto, que no es que fuera mucho en aquella época. Era distinguido, elegante. Casi «levitaba» por el campo. Parecía como si la hierba se combara a su paso, come si rindiera pleitesía al rey del verde tapiz en lo que luego se convertiría.
Birdie al 8 para ponerse 5 bajo par. Esto me sonaba a chino. Le seguí al tee del 9. En aquella época un jueves por la mañana no había ni un alma en el campo. Podías ver a tu jugador preferido a dos metros. Casi podía rozarte la cabeza del driver en la subida en el tee.
Sentía algo raro. Cuanto más le miraba, más nervioso me ponía. Despedía magnetismo por los cuatro costados. Era como si una aureola le rodeara. Y allá fue el drive de salida. «Al rincón de Ordóñez» pensé. «Allí va a tener un golpe imposible». Y efectivamente…. imposible…. para mi y para cualquier mortal…. pero no para el Más Grande, para Seve. Miró, remiró, y….. encontró un golpe y un hueco que sólo el podía ver y sólo él podía posteriormente ejecutar. Dios, que golpazo. A un metro de bandera y birdie. 6 bajo par en nueve hoyos. Aquello me sonaba imposible, a chino, o a cualquier cosa menos terrenal.
Allí, en aquel golpe en el rincón de Ordoñez, me enamoré del golf, me enamoré de un mortal que era capaz de hacer cosas dignas de un inmortal.
Así conocí a Seve. Allí empecé a idolatrarle. Luego….» jugué a esto» y… ya saben su historia.
Jugué con el. En Pro-Ams y como profesional. Asistí a clinics suyos, retransmití torneos en los que participaba. Lloré con él, sufrí con él, pero siempre, por encima de todo, prevaleció mi admiración, mi amor por lo que representaba. Era, simplemente, diferente. No raro, sino diferente a los demás. Intuitivo, genuino, valiente, magistral, emblemático, carismático, pasional,…..
Cuando el entraba en cualquier sala se hacía el silencio. Ni Tiger Woods, Arnold Palmer o Jack Nicklaus producían el mismo efecto. Rompió moldes, se enfrentó a todo y a todos. No le dolía decir «su verdad» que era la mayoría de veces «la verdad». Recuerdo que alguien me dijo una vez que «la verdad te hará libre». Él era libre. Yo también me considero libre. Siempre digo «mi verdad». Algo aprendí de Seve.
Es, ha sido y será siempre, el jugador más emblemático, apasionado y querido que jamás haya dado nuestro deporte. Por eso les entró tan bien siempre a los flemáticos británicos. era su contrapunto. Lo que todos hubieran deseado ser pero nunca serían. Por eso le amaban, como si fuera uno de ellos.
Seve, donde estés, sabes que tienes mi admiración por lo que has sido y hecho. Yo no sería nada sin ti.
GRACIAS, Seve, amigo, mago, persona.
Descansa en paz, luchador.
Con mi amor y admiración
Alvaro Beamonte
Fotografia de Iziquierda a Derecha
Tony Gray Arbitro Jefe del European Tour
Alvaro Beamonte
Severiano Ballesteros
Garth Coles C.E.O. Benson & Hedges
Vallromanas (Barcelona) Mayo 1986
1 comentario en «SEVE (Sevvy en inglés)»
Realmente me ha emocionado este artículo de Alvaro Beamonte. Me he metido en sus palabras cuando contaba su historia aquel dia y he sentido como mi bello se ponia de punta, incluso mis ojos se han empañado. Adoro a Seve por todo lo que ha sido, y sigue siendo y representando en este maravilloso mundo del golf que tanto nos apasiona y también adoro a Alvaro Beamonte que me hace vibrar en cada retrasmisión de golf y sentir el golf en las venas. Siempre aprendo algo con sus comentarios y luego en el campo me vienen a la mente y gracias a el consigo dar buenos golpes y tener buenas sensaciones.
Muchas gracias Alvaro.
Te adoro.
Maria José.-
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