21 de septiembre de 2024

Érase una vez Valle Romano Golf…

Érase una vez Valle Romano Golf…

Todo comienza desde casa cuando el cliente hace el primer clic para reservar en la hora y el día deseado su Green Fee on line desde la página web www.valleromano.net o el facebook Valle Romano Golf. La primera atención la recibe al efectuar el pago on line con toda comodidad y obtener un descuento de hasta un 40%.

Golfconfidencial. Al llegar a la cita se encuentra un amplio parking para estacionar su coche con toda comodidad. Le espera un marshall que traslada los palos desde el maletero hasta el buggy con GPS, que está ya preparado a la puerta con una botella de agua fresca y listo para comenzar la jornada.

Al entregar el ticket de reserva, una cesta de manzanas en el mostrador le invita a iniciar la partida con una saludable pieza de fruta. Hoyo 1… ¡bola!

Buscando el mejor ángulo para abordar el hoyo 3 una suave lluvia empieza a caer, a lo lejos ve cómo se acerca un marshall en un buggy que va repartiendo toallas para que nada empañe un buen golpe.

Sigue su juego, estimulado por la buena racha del día con un birdie en el hoyo 2 y unos greenes en excelente estado que permiten al amateur mejorar sus golpes y al profesional, aventurarse en el “más difícil todavía”.

A media mañana, cuando el estómago agradecería algo caliente para templar el frescor de la mañana, llega de nuevo el marshall que ha cambiado las toallas por termos de chocolate caliente. Un vaso humeante de chocolate le aporta la energía suficiente para seguir. Hoyo 6… ¡bola!

Tras una par de horas de juego, llegando al hoyo 8, el desayuno de la mañana necesita un refuerzo y el jugador encarga desde el intercomunicador que se encuentra en el camino un sandwich vegetal con queso. Unos minutos más tarde, en el hoyo 9 llega su tentempié de la mano del personal del restaurante de la Casa Club.

Vuelve a salir el sol y sigue su jornada disfrutando de un campo en excelentes condiciones con vistas a la Sierra Bermeja en unas ocasiones y al mar en otras. Hoyo 18… ¡bola!

Termina satisfecho los 18 hoyos, entrega el buggy en el parking donde le espera el marshall para sacar brillo a sus palos e indicarle que puede limpiarse los zapatos si lo desea.

Toma una toalla de Proshop y con unos minutos en la sauna y una ducha en los vestuarios culmina un día perfecto… en Valle Romano Golf.

 

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