Jugando a la sombra de Hollywood, Wyndham Clark, que no había pasado el corte en sus dos únicas participaciones anteriores en el Abierto de EE.UU. y que no había pasado del puesto setenta y cinco en sus seis participaciones en los grandes, se llevó la victoria por un golpe.
Mostrando el coraje de un veterano, Clark, de 29 años, de Denver, Colorado, se sobrepuso a dos bogeys tardíos en los hoyos 15 y 16 con un brillante par en el hoyo 71, luego embocó dos putts desde 18 metros en el hoyo 72 para mantener a raya al número 3 del mundo, Rory McIlroy. El par 70 de Clark le dio un total de cuatro días de 10-bajo.
«Ya sabes, esta es mi segunda victoria en el PGA Tour, y la primera en el Wells Fargo Championship del mes pasado fue surrealista y esta es surrealista», dijo Clark. «Todavía no me he dado cuenta. Subir el 18 fue muy emocionante, y luego terminar. Las últimas cinco o seis semanas han sido un torbellino. Me siento bendecido y humilde por estar aquí».
Rickie Fowler, cinco veces ganador del PGA Tour que había liderado el campeonato los tres primeros días y compartido el liderato de 54 hoyos con Clark, tuvo problemas desde el principio en su intento de ganar su primer Major y firmó un decepcionante 75 para compartir el quinto puesto con Tommy Fleetwood y Min Woo Lee con cinco bajo.
El número 1 del mundo, Scottie Scheffler, también se quedó en punto muerto la mayor parte del día y terminó con 70 golpes para acabar tercero en solitario, a tres del ganador.
Cuando Clark lo hizo oficial con su par en el 18, fue abrazado inmediatamente por su hermana mayor, Kristin, y su hermano pequeño, Brendan. Una persona que faltó a la celebración fue su difunta madre, Lise Thevenet, a quien la familia perdió a causa de un cáncer de mama en 2013, a los 55 años.
«Lo único que me gustaría es que mi madre pudiera estar aquí, abrazarla y celebrarlo juntos, pero sé que está orgullosa de mí», dijo Clark, que compartirá su victoria más tarde con su padre, Randall, ex tenista profesional y universitario.
La mayoría de los especialistas esperaban que McIlroy, Fowler o Scheffler -tres de los nombres más importantes del golf- alzaran el trofeo al final del día. Ellos recibieron los rugidos más bulliciosos el domingo, pero los tres no pudieron vencer al diseño de 7.359 yardas de George C. Thomas Jr. que fue sometido a una restauración por Gil Hanse en preparación para el primer Abierto de EE.UU. en Los Ángeles desde 1948.
Clark firmó una primera ronda de 64 golpes, a sólo dos golpes de las actuaciones récord de Fowler y Xander Schauffele. Siguió con rondas de 67, 69 y 70 para convertirse en el quinto campeón consecutivo que hace del Abierto de EE.UU. su primer gran título. Para encontrar una racha más larga hay que remontarse 50 años atrás (1973-78).
Ahora es campeón de un major en una ciudad que adora a sus estrellas.
