Los jugadores ya han palpado el estado del Shinnecock Hills Golf Club, escenario que pisarán desde mañana y hasta el próximo domingo para disputarse el US Open 2018, pero también han probado la multitudinaria espera en los atascos que se forman en Long Island, máxime en fechas de torneos como estas.
Es este campo un escenario que ya sabe lo que es albergar un grande, el propio US Open en su segunda edición, allá por 1896 y que repetiría en otras tres ocasiones para, este año, vivir su quinto Major. Un club que, precisamente, fue uno de los cinco fundadores de la USGA, la Asociación de Golf de Estados Unidos.
La Casa Club, construida en 1892, es la más antigua en los Estados Unidos y la primero en aceptar las damas desde el mismo comienzo. En la actualidad cuenta con el mismo diseño que en su origen le dotaron Stanford White y el trabajo de la firma de arquitectura McKim, Mead & White aunque, lógicamente, con una serie de expansiones y renovaciones antes de sufrir una completa restauración llevada a cabo en el 2016.
El campo, originariamente construido con solo 12 hoyos diseñados por Willie Davis, junto con miembros de la Nación India de Shinnecock en 1891, fue completado en su totalidadcuatro años después. Posteriormente, motivado por el paso del tranvía, el club se vio forzado a adquirir una tierra al norte de la casa club, donde para 1916-17, Charles Blair MacDonald confeccionó seis nuevos hoyos para jugar. Y desde entonces, estos links han sido revisados cuatro veces antes de tener la cancha en las condiciones actuales, diseñando William Flynn 12 nuevos hoyos, alterando largamente lo hecho por MacDonald entre 1929 y 1931.
En su larga historia de torneosel destaca, como hemos mencionando anteriormente, ella celebración del segundo US Open con un total de 35 jugadores, el cual ganó James Foulis, y el US Amateur con 58 en 1896, el Women’s Amateur en 1900, y el Walker Cup Match en 1977. El US Open regresó a Shinnecock en 1986 con la victoria de Raymond Floyd, y en 1995 para el 100º, cuando se lo llevó Corey Pavin, y de nuevo en el 2004 ganado por Retief Goosen.
Tres de los nuestros, que además jugarán juntos (Jon Rahm, Sergio García y Rafa Cabrera Bello) esperamos sean tres de los protagonistas del torneo, pero no cabe duda que todo está muy abierto, si bien Dustin Johnson y su recién recuperado número 1 tras vencer en el St. Jude Classic, es quien parte con mayor índice de favoritismo. Y, lógicamente, otros como Justin Thomas, Jordan Spieth, Justin Rose o Rory McIlroy plantearán dura batalla.
Los greenes para el torneo serán complicados, algo a tener en cuenta, y se presentarán duros (cada día de juego que pase más aún), movidos y con diferentes clases de hierbas, y es que no se quieren poner las cosas fáciles. Tampoco facilitará la tarea el rough, que estará algo más alto de lo habitual y, por supuesto, ojo a los bunkers, otro de los temibles defensores de Shinnecock Hills, puesto que no perdonan un solo error.
De vital importancia será tirar centrado a la calle, seguir la línea, no desviarse del camino y mantener siempre la bola en juego. Ojo que podemos ver rondas muy buenas que al día siguiente, con dos o tres fallos, caigan en picado, o viceversa, por lo que se prevee bastante movimiento, sobre todo si entra también en escena el viento, cambiante y que siempre complica el juego.
Por supuesto, no podremos olvidarnos de Tiger Woods, quien en este mimsmo campo, aunque en categoría amateur, disputó su primer US Open (donde, por cierto, se retiró lesionado). Así pues, el Tigre volverá con ganas, ya que hace la friolera de diez años que no se lleva un Grande y no sabe lo que es brillar especialmente en este recorrido. Un interesante desafío para él.
Para ver el torneo, podrás hacerlo a través del canal Movistar Golf, cuyas retransmisiones comienzan este jueves 14 de junio a las 17.30 horas (hora española).
Toca sentarse en el sofá y disfrutar de este espectacular torneo y, si puedes, intentar dar un pronóstico sobre quién crees que puede alzarse con la vctoria. Candidatos hay de sobra.
