Fowler saca la varita mágica en Erin Hills

Primer día del US Open y por el momento ha sido la música de Rickie Fowler la que ha adquirido la mejor melodía en el siempre enrevesado Erin Hills. Problemas para los top 10 del ranking, incluidos los españoles (mal comienzo), pero no así para Fowler, quien se mostraba muy acertado tanto desde el tee de salida como en los amplios greenes, encontrando una excelente tarjeta de 65 golpes (siete birdies sin fallo).

Gran vuelta para él, quien suele empezar este tipo de torneos muy acertado y, por el momento, está cumpliendo con la receta, máxime en un recorrido que se ha mostrado más amable que en otras ocasiones y que ha permitido un registro que hacía casi 40 años no se daba en el US Open.

A todo ello hay que añadir que muchos jugadores le encontraban igualmente las cosquillas al recorrido, algo poco habitual, y hasta 16 jugadores bajaban del par.

Tras Fowler, quienes más se le han acercado han sido Paul Casey y un desconocido Xander Schauffele (66 golpes), mientras que a varios golpes vienen otros más reconocibles como Tommy Fleetwood y Brooks Koepka (67), JB Holmes, Andrew Johnston y Lee Westwood (69) o Ernie Els y Brandon Stone con 70.

Debacle, por contra, del top ten mundial, con Dustin Johnson con +3, Jason Day con 79, Jordan Spieth con 73, Rory McIlroy con 78, Justin Rose con el par y Hideki Matsuyama con 74.

En cuanto a los nuestros, Sergio García se mostraba regular, sin excesivos alardes y a cinco golpes del liderato tras entregar 70 impactos salpicados con un eagle en el hoyo uno, tres birdies y tres bogeys. No estuvo fino, pero tampoco erró en demasía y supo guardar los muebles cuando hizo falta, con varias recuperaciones para par de enjundia; en los bogeys no se vino abajo, y siguió con su gol calmado y sin estridencias que, de momento, no le pone en una posición de excesiva desventaja.

Por contra, Rafa Cabrera Bello se dejaba ir un poco más, hasta los 72 golpes (tres birdies y tres bogeys) y no conseguía encontrar la línea fina de ejecución que sí halló en el torneo anterior en numerosas ocasiones. Es el primer día y no ha caído demasiado en la tabla, por lo que tiene aun margen para seguir escalando.

Mucho peor le fueron las cosas al vasco Jon Rahm, autor de 76 golpes en un día negro para su juego. Pocas calles cogidas y fallos impropios de su calidad con el putter, especialmente en la segunda parte del recorrido le confirieron un solitario birdie por cinco bogeys, escaso botín.

Deberá mejorar el de Barrika para tener opciones, primero, de pasar el corte, y después, de quedar lo más arriba posible aunque ya se sabe que ante las dificultades, Rahm es cuando mejor golf saca y sabe mejorar sus registros.

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Fotos: PGA Tour