Cansado de quedarse a las puertas, de estar dentro del top 10 o top 5 pero nunca terminar de ofrecer quizá, lo mejor de sí, Dustin Johnson ofrecía una última jornada espectacular en el US Open, en el recorrido del Oakmont Country Club para acallar bocas y despejar dudas.
En este torneo que ya ha sobrepasado el centenario, Johnson ofrecía una de las pocas vueltas bajo par del día (69 golpes) tres birdies y un bogey, para proclamarse campeón con un acumulado de -4 y tres de ventaja sobre Jim Furyk, quien lo intentó hasta el final con un magnífico recorrido de 66 impactos (el mejor del día), Scott Piercy y Shane Lowry.
La jornada, no obstante, no estuvo exenta de polémica ya que hasta en dos momentos Johnson estuvo cerca de perder el liderato que había conseguido con su buen juego. En el primero de ellos, estando en la rutina de putt en el hoyo 5, cuando su bola osciló durante el momento de la preparación, lo que obligó a los árbitros a imponerle una sanción de un golpe una vez finalizada la vuelta, provocando las quejas del público aunque, no obstante, la sanción estaba aplicada correctamente.
En el segundo, cinco hoyos más tarde, en el 10, la problemática vino provocada por un golpe del norteamericano al rough entre el 10 y el 11; para superar el contratiempo, decidió dropar su bola aludiendo al hecho de que una torre de televisión estaba en su línea de visión, pero, en vez de hacerlo por un palo, lo hizo con dos exprimiendo el reglamento, ya que este te permite droparte hasta donde haya visión de bandera, así que un punto extra por su ingenio.
A todo ello hay que sumarle que sus rivales tampoco le incomodaron en exceso. Furyk, como hemos dicho, lo intentó pero le faltaron un par más de hoyos; Lowry falló excesivamente con el putt y se anotó siete birdies, mientras que Sergio García estuvo en una línea muy regular, sin arriesgar en exceso pero tampoco siendo lo suficientemente brillante (70 golpes).
Por su parte, Jason Day se conformó con 71 impactos para estar dentro de los ocho mejores pero lejos de sus prestaciones cinco estrellas, mientras que otros como Brendan Steele, Andrew Landry o Lee Westwood cayeron sin remedio.
Jon Rahm, por otro lado, subió posiciones y concluyó en una más que digna 23ª posición, con 70 golpes (seis birdies, cuatro bogeys y un doble bogey que afeó sus estadísticas) y sensaciones nada negativas para haber sido su estreno en el circuito profesional. Por último, Rafa Cabrera-Bello se perdió por el campo con 75 golpes y descendió 11 posiciones.
Gran torneo pues, a pesar de las tormentas, que deja paso a una posible alternativa a los que actualmente encabezan la clasificación. Veremos si la imagen ofrecida por Dustin Johnson tiene continuidad.