Cara y cruz en Royal Portrush, día de sensaciones contrapuestas en el que no todos han sonreído. La parte amable de los 18 hoyos se la ha llevado en primer lugar J.B. Holmes, poniéndose al frente de la tabla tras llegar a la Casa Club con un único bogey en su tarjeta (hoyo 1) y después sumar seis birdies.
Otro que pudo seguirle fue Shane Lowry, autor de solo un impacto más y ya entre los favoritos, Tommy Fleetwood, Tony Finau, Sergio García o Jon Rahm, todos con 68, Justin Rose con 69, y Jordan Spieth, Jason Day, Henrik Stenson y Rickie Fowler con 70.
A partir de ahí, todo peligra mucho más, pues las rondas no fueron tan buenas, y se sufrió sobre un campo que no estuvo todo lo complicado que se esperaba pero tampoco regaló en exceso. Bajando en la tabla están Hideki Matsuyama y Justin Thomas (71), Dustin Johnson ya con números positivos (72 y +1), Haotong Li , Francesco Molinari y Bryson DeChambeau (74), y tres que prácticamente se han cerrado todas las puertas a cualquier opción de triunfo, Phil Mickelson con un mal 76 en el que cometió dos birdies y siete bogeys), Tiger Woods con 78 y totalmente perdido por el campo, mirando a todos los lados para encontrar la inspiración, al público, a su caddie, pero nada, nada parecía hacerle volver a la realidad, y se pasó la totalidad de su vuelta abatido, sin sacar esa furia que le caracteriza, triste. Esta vuelta iguala su peor registro en el Open Championship de St. Andrews en 1995.
Y Rory McIlroy con 79 (+8). Juega en casa pero no parece haberle sentado bien pues de entrada se marcaba un cuádruple bogey, así, para empezar calentito (en su primer golpe la mandó fuera de límites desde el tee, el segundo al rough, injugable, y su posterior penalización. Consiguió llegar al green de seis y allí necesitó dos putts para un total de ocho golpes, demasiado castigo).
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Fotos: The Open
