El hoyo 17 puso el punto de mira de los jueces en Jon Rahm. El de Barrika pegó su bola y esta quedó a unos centímetros de una zarza que estaba sujeta al suelo, por lo que el jugador decidió moverla, algo que por reglamento, siempre y cuando esté sujeta, no implica penalidad alguna.
Aunque Lee Westwood y su caddie entendieron que había cometido una ilegalidad y en un principio se le penalizó, posteriormente los jueces retiraron dicha sanción.
En la carpa de la firma de tarjetas, Rahm debatió la situación con los árbitros: «La bola estaba a unos cinco, seis centímetros de una zarza; yo estaba en línea de bandera y no había nada que me molestase, por lo que he llegado, lo he movido y he jugado, pensando que no pasaba nada porque no estaba en línea de juego, y ha sido cuando han venido y me han comentado el problema, sancionándome primero pero después, al no haber imágenes y yo explicárselo hasta con un dibujo y decirles que estaba pegada al suelo, se ha acabado la controversia».
«No me quiero ganar la fama de tramposo, porque no me gusta incumplir las reglas, sé lo que hice y dormiré muy tranquilo».