El campo escocés de Gleneagles vivía una jornada apoteósica con el final de la competición más laureada del mundo del golf: la Ryder Cup. Europa, siempre por delante en el marcador, no dio un sólo resquicio a las dudas y el equipo capitaneado por Paul McGinley se hacía con su copa número 40.
A pesar de que Estados Unidos comenzó fuerte la jornada, con el fin de acortar los cuatro puntos de desventaja acumulados (10-6). Jordan Spieth, el jugador más joven del torneo, salió muy motivado ante McDowell, lo mismo que hizo Patrick Reed, el otro rookie, con Stenson; sin embargo, todo quedó en un espejismo cuando hizo acto de presencia Rory McIlroy.
El norirlandés apagó cualquier vestigio de revuelta norteamericana, consiguiendo cinco puntos de ventaja sobre Fowler en tan solo seis hoyos, consiguiendo así el primer punto del día (11-6). Su buen toque de bola pareció trasladarse después al resto de integrantes europeos: McDowell, al que Spieth le llevaba haciendo la cadena (cual argot ciclista, con 3 arriba para el americano), se acordó de que este domingo era su aniversario: «Le prometí un punto a mi esposa y pensé que no podría defraudarla». Y golpe a golpe se cuajó una remontada que acabó por dar el punto a su equipo (12-6).
Tras esto, Patrick Reed daba el primero (12-7) a los americanos, camino que siguió Stenson, con otro medio tanto. Mickelson tiraba de repertorio personal para superar al local Gallacher (ni un sólo punto conseguido en sus apariciones). El marcador estaba 12-8, pero casi simultáneamente Kaymer embocaba un approach que dejó KO a Bubba Watson. Ya (con 13-8) sólo quedaba un punto para retener la Ryder. Medio lo dio Justin Rose, tras una brillante remontada ante Mahan, para convertirse, con cuatro, en el jugador que más puntos ha conseguido en esta edición.
Con 13,5, la Copa ya estaba prácticamente en Europa. Sólo quedaba por saber quién sería el autor del putt decisivo. Había tres plazas para una sola propuesta: Sergio García, Poulter y Donaldson, sobre el que recayó la responsabilidad. El galés dominó de principio a fin sobre Keegan Bradley. Su estreno en la Ryder no ha podido ser mejor: tres de tres y el partido decisivo. Por si acaso, Sergio García superaba también a Furyk y Dubuisson-Zach Johnson terminaron en empate, tras lo cual comenzaron las celebraciones.
Paul McGinley, muy sonriente, afirmaba con una sonrisa de oreja a oreja: «He capitaneado a 12 colosos».
Europa, 16,5-EE UU, 11,5:
Partidos individuales: McDowell (IrN/Eur) gana a Spieth (EE UU), 2 y 1; Reed (EE UU) a Stenson (Sue/Eur), 1 arriba; McIlroy (IrN/Eur) a Fowler (EE UU), 5 y 4; Rose (Ing/Eur)-Mahan (EE UU), empate; Mickelson (EE UU) a Gallacher (Esc/Eur), 3 y 1; Kaymer (Ale/Eur) a Bubba Watson (EE UU), 4 y 2; Kuchar (EE UU) a Bjorn (Din/Eur), 4 y 3; Sergio García (Esp/Eur) a Furyk (EE UU), 1 arriba; Poulter (Ing/Eur)-Simpson (EE UU), empate; Donaldson (Gal/Eur) a Bradley (EE UU), 4 y 3; Walker (EE UU) a Westwood (Ing/Eur), 3 y 2; Dubuisson (Eur/Fra)-Zach Johnson (EE UU), empate.
1 comentario en «McIlroy marca el camino y la Ryder se queda en Europa»
BRAVO POR EUROPA
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