Brooks Koepka volvió a lo más alto de la montaña de los grandes del golf el domingo en el Oak Hill Country Club, ganando el Trofeo Wanamaker por tercera vez.
«Este es definitivamente especial», dijo Koepka. «Creo que éste es probablemente el más significativo de todos con todo lo que ha pasado, todas las locuras de los últimos años».
Koepka, que ganó el 105º edición del PGA Championship por dos golpes de ventaja sobre Scottie Scheffler y Viktor Hovland. Aunque hace seis semanas dejó escapar una oportunidad gloriosa de ganar el Masters, ahora se une a Tiger Woods y Jack Nicklaus como los únicos ganadores en tres ocasiones del PGA Cahmpionship en la era moderna. Sólo 20 hombres en la historia del golf han ganado cinco majors o más, y Koepka es uno de ellos.
«No estoy seguro de haberlo soñado de niño, ganar tantos», dijo Koepka.
Parecía emocionado al llegar al green del hoyo 18 el domingo, con la victoria prácticamente garantizada. Su respuesta fue un poco irónica, pero a pesar de todos los obstáculos que ha tenido que superar, esta victoria, en este momento, significaba mucho.
«Nadie conoce todo el dolor. Hubo muchos momentos en los que ni siquiera podía doblar la rodilla», dijo Koepka. «Esta victoria me sienta bien. Me sentí muy bien».
Koepka tuvo un comienzo tan bueno como se podría pedir, haciendo birdies en los hoyos 2-4, dejando sus approachs a un metro, un metro y dos metros y medio. Estaba concentrado.
Hizo bogeys consecutivos en los hoyos 6 y 7 antes de cerrar los nueve primeros con 1 bajo par. Añadió cuatro birdies en los últimos nueve hoyos, sin embargo, e incluso con un bogey en el 17 – después de que Viktor Hovland hiciera un doble bogey en el par-4 16 – Koepka tenía una mano en el Trofeo Wanamaker. A pesar de un birdie de Hovland en el hoyo 18, Koepka hizo todo lo que tenía que hacer para poner las dos manos en él cuando llegó la noche del domingo en Rochester.
Koepka ha tenido mucho éxito en los majors -en sus últimas 22 participaciones en grandes, Koepka ha logrado cinco victorias, cuatro subcampeonatos y 14 top-10-, pero dijo que aprendió más de las semanas en las que no ganó.
«Creo que fracasando es como se aprende», dijo. «Con ellos mejoras. Te das cuenta de los errores que has cometido. Cada vez he hecho un ajuste. Es más mentalidad que otra cosa. No se trata del swing ni nada parecido. Vas a jugar como juegues, pero mentalmente puedes resolver las cosas, y siempre intento mejorar.
«Realmente, creo que la gran clave es ser abierto y honesto contigo mismo, y si puedes hacerlo, estarás a kilómetros por delante de todos los demás».
No ha sido el torneo de Jon Rahm. El de Barrika terminó en el puesto cincuenta tras una semana horrible donde solo dio su nivel real con el 68 del viernes.
Pablo Larrazábal acabo en el puesto sesenta y cinco.
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Fotos: PGA
