Rory McIlroy perdía el liderato al comienzo de la última jornada a favor de Rickie Fowler y Henrik Stenson, pero McIlroy no estaba para bromas. Tras su mal inicio fue una máquina de jugar al golf que salvaba un hoyo tras otro y que, además, conseguía un eagle en el hoyo diez y dos birdies hasta el final de su vuelta, lo que le dieron de nuevo una ventaja de dos golpes frente a sus perseguidores.
Al final, el único que aguantó el tipo y la presión fue Phil Mickelson, quien se terminaría quedando a un golpe de provocar el desempate, debido a su inesperado bogie del hoyo 16.
Cuarto Grand Slam para el golfista de 25 años, y segundo de la temporada, al que hay que sumarle el BMW Championship y el Bridgestone Invitational celebrado la pasada semana. Con esta victoria asegura aun más su hegemonía en el número uno de la clasificación mundial y presenta así su candidatura a la próxima Ryder Cup de septiembre.
El propio Jack Nicklaus cree que es capaz de ganar 15 o 20 major así que habrá que esperar a ver dónde está su tope, aunque los números lo dicen todo: es el cuarto jugador en ganar cuatro majors con 25 años o menos, y la lista tiene nombres que impresionan, el propio Nicklaus, Tiger Woods y Bobby Jones.
«Ganar aquí significa mucho, sabía que podía hacerlo, sabía que podía venir desde atrás y ganar, y lo he hecho», comentaba el norirlandés.
Las bazas españolas finalmente no contaron con mucha suerte. Sergio García, el mejor colocado, terminaría en el puesto 36, con 281 golpes y un -3 en su tarjeta; Gonzalo Fernández Castaño, 59 (284 golpes) y Rafael Cabrera-Bello, el 74 (294 golpes).