Steve Stricker falló el jueves un putt para birdie de tres metros en su último hoyo, quedándose a nada de convertirse en el primer jugador que consigue una ronda de 62 golpes en un “major”.
Aunque no se quejó por ello, ya que lidera el PGA Championship tras firmar una tarjeta de siete golpes bajo par tras jugarse la primera ronda en el Atlanta Athletic Club.
«Me percaté que iba por 62, pero no me di cuenta de que se trataba de hacer historia», comentó Stricker. «Golpee un buen putt. Simplemente no entró. Con todo, fue un buen día».
Para Tiger Woods, sin embargo, fue miserable.
Por lo visto pasando tanto tiempo en arena y agua como en el césped, Woods regresó al escenario de los grandes torneos con un desplome estruendoso: una ronda de 77 golpes, la peor en su historia en la PGA.
¿Un décimo quinto título major para Woods? Olvídenlo.
Woods necesitará una mejoría espectacular simplemente para pasar el corte.
Envió dos bolas al agua y pasó tanto tiempo en las trampas de arena que parecía de vacaciones en la playa. El resultado fue predecible: tres dobles bogey y cinco bogeys.
«No estoy deprimido», afirmó Woods. «Ahora mismo estoy realmente molesto«.
Su peor ronda previa en la PGA fue una de 75 golpes, y la única vez que registró una anotación más alta en un “major” fue con tarjeta de 81 golpes en la tercera ronda del Abierto Británico, jugado bajo condiciones horribles en Muirfield.
Aparte de Stricker y Woods, estuvo Rory McIlroy, que terminó con 70 golpes, tras haberse lesionado en su mano en un golpe imprudente desde la raíz de un árbol; Ryo Ishikawa (85) pasó tanto tiempo en el agua que necesitó un esnórquel.
Jerry Kelly finalizó la jornada a tres golpes del líder con 65; le siguió Shaun Micheel, con 66, cuatro bajo par, y Scott Verplank con 67.
Miguel Ángel Jiménez es el mejor de los españoles, décimo tercero, tras entregar una tarjeta de 69 golpes uno bajo par. Pablo Larrazábal con el par del campo, 70 golpes, es vigésimo tercero. Sergio García con mas dos y Álvaro Quirós con mas tres tendrán que remar mucho para estar el fin de semana en Atlanta.