Cuando salió el sol en la fría y ventosa mañana del viernes en el Masters, la tarea que tenía por delante Tiger Woods era desalentadora. Iba a tener que hacer en un solo día lo no que había hecho durante todo el año hasta ese momento.
Para superar su récord de 24 cortes consecutivos en el Masters, tendría que jugar 23 hoyos el viernes, terminando su primera ronda y completando la segunda. En 2024, Woods había jugado 24 hoyos totales en competición, y todos ellos los hizo en febrero en su evento en el Riviera Country Club. En ese evento, se retiró tras seis hoyos en la segunda ronda con una dolencia estomacal.
Así que sí, el viernes le esperaba un largo día y una dura prueba. Pero se trata de Tiger Woods en el torneo que ha ganado cinco veces, en un lugar que aprecia mucho. Cuando llegó a la calle 18 ocho horas después de empezar el día, el jugador de 48 años inscribió su nombre en los libros de récords del Masters una vez más.
Con un total de 1 sobre par en 36 hoyos, Woods se ha clasificado para el fin de semana por vigésimo cuarta vez consecutiva. Aunque estaba contento con el logro, Woods sigue aspirando a algo más: su sexta Chaqueta Verde.
«Estoy aquí», dijo. «Tengo la oportunidad de ganar el torneo de golf».
Aunque se juega la victoria, el récord de cortes sigue significando algo, aunque sólo sea porque permite a Woods hacérselo pasar mal a su íntimo amigo Fred Couples. Woods entró en este Masters empatado con Fred Couples y Gary Player en el récord de rachas de cortes consecutivos con 23.
«En cuanto termine con los medios le enviaré un mensaje a Freddy y le daré una colleja», dijo Woods. «Estoy cansado», añadió. «Llevo tiempo fuera, compitiendo, machacándome. Han sido 23 hoyos largos, un día largo”.
«He hecho mis dos rondas. Sólo necesito algo de comida y algo de cafeína, y estaré bien para seguir».
