Jon Rahm acudía a la rueda de prensa en Augusta tranquilo y muy concentrado ante el desafío que tiene por delante. Ha jugado grandes torneos pero ahora llega un grande, una prueba superior que puede encumbrarle aun más.
El vasco ha concedido sus primeras valoraciones de cara a esta importante cita ante las preguntas de los medios presentes.
«Es difícil explicar para un español como yo todos los sentimientos que se vienen a la mente jugando en Augusta. El año en que nací, Olazábal ganó su primer Masters y Seve ya había ganado dos. Me honra estar aquí puesto que no hay muchos lugares en el mundo donde el golf se respete tanto como en Augusta».
Al ser preguntado por sus opciones, Rahm comentó que, de no tener ninguna, ni siquiera se hubiese presentado en el torneo: «Si pensara que no puedo ganar no estaría aquí. Torrey Pines también es un lugar donde no suelen ganar los debutantes y pude hacerlo. Obviamente, esto es diferente. Es un major y mi primer vez en Augusta, algo que impresiona, pero saldré pensando que puedo ganar, compitiendo para ganar, podría hacerlo».
Uno de sus mayores aciertos ha sido contar con con el hermano de Phil Mickelson, Tim, le guíe como caddie en la preparación de cada torneo desde que llegara a Estados Unidos: «Tim lleva junto a mí cuatro años y fue una recomendación del propio Phil, quien ya en mi etapa amateur me dijo que iba a ser uno de los diez mejores del mundo. Pensé que únicamente estaba tratando de ser amable, que no era posible pero desde que alcancé el profesionalismo y empecé a jugar a este nivel, pienso cada vez más que tiene razón y que estoy más cerca de ese objetivo».
Opciones de victoria
«Si tengo una oportunidad el domingo, me acordaré de lo jugado hasta ahora y de que es posible, de que he luchado toda la semana y de que el domingo puede llegar la conclusión de un gran regalo».