Se esperaba lluvia y las previsiones se han confirmado. El Masters de Augusta arrancó la jornada de prácticas y entrenamientos con cientos de paraguas abiertos en el campo y los aficionados aguantando estoicamente el agua que no paraba de caer sobre el recorrido.
Tal fue la intensidad que antes de las tres de la tarde (hora local), se suspendía la jornada por amenaza no ya de fuertes tormentas, sino también de tornados.
No todos pudieron salir al campo, y otros muchos se quedaron a mitad del recorrido por lo que se espera que, de mejorar las condiciones, puedan hacerlo durante la jornada de hoy.