1. Jordan Spieth es un rompe récords nato
Con la frase «Llevo la victoria en la sangre porque me educaron así», Jordan Spieth, el flamante ganador de Augusta, resume su filosofía, su estilo de juego y sus grandes prestaciones en la cita. Con tan solo 21 años ha sido capaz de superar a los mejores golfistas del mundo batiendo, además, varios records.
La lista es interminable: bate el récord a 36 y 54 hoyos y lo iguala a 72, es el segundo ganador más joven de la historia del Masters, el primer ganador de principio a fin (sin empates) desde 1976, tiene el récord de birdies en una misma edición del Masters, es el cuarto jugador que lo gana al segundo intento…
Al final, después de mantener a raya desde el primer día a Phil Mickelson, Justin Rose, Rory McIlroy y el resto de los mejores del mundo, el tejano pudo soltar un suspiro de alivio al rematar con un put de treinta centímetros un soberbio Masters de Augusta, su primer grande y la puerta a un gran futuro.
2. Sigue la espera por un ganador europeo
A pesar de excelentes actuaciones, ningún europeo ha ganado el Masters desde la segunda chaqueta de José María Olazábal en 1999.
El 14 bajo par de Justin Rose, quien este año comparte el segundo puesto con Phil Mickelson, habría sido resultado ganador en 70 de las 78 últimas ediciones del torneo, además de ser la mejor actuación del inglés en un grande, aparte de su victoria en el Open USA de 2013.
«Jugar un grande el domingo en el último partido es lo que todos soñamos y lo he disfrutado a tope, ha sido un día muy ilusionante para mí. He atacado todo lo que he podido, pero no ha sido suficiente. No es ningún desdoro perder contra una actuación como la de Jordan esta semana y creo que le espera un gran futuro», comentaba el propio Rose al término d ela prueba.
3. El golf es mejor con Tiger Woods
La gran pregunta de casi todos los comentarios previos a la edición de este año era si el ex número uno del mundo y titular de cuatro chaquetas participaría y si su juego estaría a la altura de las circunstancias.
La respuesta: un sí rotundo. Tiger Woods reconocía que había tenido que trabajar «de sol a sol» para poder competir en el Augusta National, un recorrido tan espectacularmente bonito como exigente.
Si bien es cierto que el Tiger de antaño, ganador en 1997, 2001, 2002 y 2005, se habría sentido bastante decepcionado con un empate en el puesto 17, no deja de ser una gran reaparición, teniendo en cuenta sus lesiones y problemas de los últimos tiempos.
Es la primera vez que hace dos vueltas consecutivas por debajo de 70 en Augusta desde 2005, y la primera vez que consigue terminar los 72 hoyos en casi un año. Esta semana ha sido el mejor resultado de Tiger en un torneo desde 2013, y en uno de los escenarios más exigentes del mundo. Aun le queda mucho trabajo y entrenamiento por delante pero, como se demostró en su partido del domingo con Rory McIlroy, su tirón de público sigue siendo imbatible.
4. Augusta, el paraíso de las ‘águilas’
Los récords de Spieth no han sido los únicos del Masters 2015. Los participantes han batido un récord colectivo que se mantuvo durante 23 años.
En la edición de 1991 se hicieron 37 eagles, una cifra ampliamente superada por los 47 de 2015. Lideran la estadística de este año el gran pegador Dustin Johnson y el japonés Hideki Matsuyama, con tres cada uno.
5. Henrik Stenson no hace tres pats
Stenson, conocido como «el Hombre de Hielo» ha estado a la altura de su apodo en los greenes cristalinos de Augusta.
El ex número uno del mundo aspiraba a un resultado mejor que un puesto 19 esta semana, pero no podrá quejarse de la calidad de su toque de pat.
Junto con el norteamericano Steve Stricker y el coreano Sangmoon Bae, Stenson ha sido uno de los tres participantes que se han librado de tripatear esta semana, una misión casi imposible dada la velocidad y el movimiento de los greenes del Masters.
Y si alguien opina que estaban más fáciles que otros años, que se lo pregunte a Jason Dufner, Erik Compton, Anirban Lahiri y Kevin Stadler, quienes no han podido evitar los seis greenes a tres pats .
6. El Masters de Augusta nunca decepciona
De la llegada por Magnolia Lane a la majestuosidad del Amen Corner; del ‘Tea Olive’ al ‘Holly; del edificio colonial de la casa club a las inconfundibles banderas amarillas.
De la arena blanquísima de los bunkers a los rosas, blancos y rojos de los arbustos en flor; del olor de los pinos al movimiento ondulado de las calles y los greenes; de los Tres Grandes el jueves a la chaqueta verde el domingo.
Una vez acallados los últimos aplausos y aclamaciones del público, se cierra otro capítulo inolvidable en la vieja historia del Masters de Augusta. Con él se abre la temporada de los grandes, y solo la Ryder Cup es comparable como espectáculo único de golf en el escenario más impresionante e inspirador del mundo.