Si alguien quiere saber cómo se debe jugar en Retamares, que le pregunte a Pedro Oriol. No es que sea la primera vez que lo logra, pero lo de estos días ha sido algo extraordinario. El vienes se adjudicaba el Gran Premio Madrid – PGA después de una ronda final en la que dejó en el camino al hasta entonces líder de las rondas previas. Una victoria que llegaba con premio doble ya que era el primer torneo a más de 36 hoyos que ganaba Pedro en su etapa profesional.
Puestos a cumplir con algo tan del agrado del golf como son las estadísticas y las efemérides, sólo cuatro días después Oriol regresó a Retamares para alzarse con su tercera victoria como profesional en este mismo campo. Una título que llegaba además con la reválida del récord del campo que el mismo lograba hace exactamente 3 años, 11 meses y 18 días.
Los números empezaron a cuadrarle pronto al madrileño. Antes de terminar la primera vuelta ya le había sacado al diseño de Olazábal tres birdies sin que lamentar ningún error en nueve hoyos. Sin embargo, igual que ocurrió el viernes, cuando aprovechó la segunda parte del recorrido para remontar al sueco Gustaffsson, Pedro emprendió el camino del éxito anotando seis nuevos birdies para terminar con 63 golpes una vuelta que le consolida como el rey de Retamares.
Tres golpes por detrás del ganador, Antonio Hortal y Carlos Balmaseda completaron el podio con 66 golpes. Mencionar también la meritoria quinta posición del amateur Luis Vega que completó el recorrido con 68 golpes. La mejor de las féminas fue, la también amateur, Sofía Natalia Ruescas que fue una de los cinco golfistas que lograron empatar con el campo de Alalpardo.