Cuando los cuatro clubs de golf más antiguos de Galicia crearon esta competición en el 2016 para promover la deportividad en equipos, nunca pensaron que la tercera edición demostraría a todos hasta qué punto el golf puede ser un deporte de resistencia y cómo es capaz de tirar un equipo, un club, de todos sus integrantes.
Al final de la primera jornada fue el equipo anfitrión quien se mantuvo arriba en la clasificación, seguido de cerca por el Real Aeroclub de Santiago, la modalidad de este año toda en match play, dejaba abiertas todas las posibilidades hasta el final de la competición.
El campo vigués, presidido por Gonzaga de la Calle, también integrante del equipo de su club, presentó un recorrido en la segunda jornada digno de las mejores competiciones, el campo ofreció unos greenes drenados y calles transitables, inimaginable para quienes habían visto la cantidad de agua que había caído los dos días anteriores.
El sábado por la noche se celebró la cena oficial de los equipos donde los capitanes asignaron los enfrentamientos que se jugaron en la última jornada.
La segunda y última jornada se vivió bajo una lluvia incesante que no impidió que el Real Aeroclub de Vigo, se alzara con la victoria en un partido reñido y ajustado con el Real Aeroclub de Santiago.
El equipo capitaneado por Michael Skinner era el único que integraba dos mujeres, Mónica del Fedele y Gina Casadella. Manuel López, Luis Silva, Oliver Corbacho, Santiago Mielgo, Santiago Cerviño, José Ramón Cuervo y el propio presidente del club, formaban el cuadro que se alzo con la victoria.
El equipo vigués triunfó en un campo técnico y con unas condiciones que difícilmente se afrontan en pruebas amateur.
Si algo caracteriza esta competición es la fórmula para clasificarse y formar parte del equipo, es durante todo el año anterior cuando los jugadores tienen que ganarse el puesto, no hay atajos, tienen que jugar las clasificatorias y mantener su nivel de juego.
