Tras la disputa en tierras extremeñas de Valdecañas de la edición del año pasado, este año el RACE volvió a ejercer por cuarta vez de anfitrión a la entrañable competición que año tras año celebra lo que viene siendo una auténtica y completa jornada de golf entre amigos. Diez matches Fourball desde primeras horas de la mañana y veinte matches individuales por la tarde tras la comida fueron los encargados de determinar un nuevo ganador de la competición.
Como es ya habitual la labor solidaria estuvo presente en la jornada, siendo la Fundación APROCOR y la Asociación AMDEM las que se repartieron la generosidad mostrada por los participantes.
Tras la recepción de jugadores, entrega de wellcome pack y tarjetas, puntuales a las ocho y media de la mañana dieron comienzo a tiro los enfrentamientos fourball en el que se pusieron en juego los primero diez puntos de la competición. A pesar de la poco primaveral climatología de las últimas semanas, parece que ésta dio una tregua y las previsiones auguraban una magnífica jornada con sol y buena temperatura. El club mostraba un magnífico y envidiable aspecto comentado por la mayoría de paricipantes.
Los 20 representantes de los colores de Cristina Escrivá de Romaní quisieron dejar claro que no tenían ninguna intención de dar tregua a los de Manuela Moraga. Así, al final de la mañana tan sólo tres de los diez partidos cayeron del lado de estos últimos, si bien es cierto que otros dos se decidieron en el último put del último hoyo. Seguramente muy distinto habría sido el desenlace de la competición de haber cambiado el resultado de esos dos partidos. Con este resultado de 7 a 3 todos los jugadores tuvieron la oportunidad, durante la comida, de cambiar impresiones y comentar las jugadas de la mañana.
Al terminar la misma y con el anuncio de los matches individuales se informó de la novedad de este año que consistió en la participación, cual otro enfrentamiento más, de dos jugadores profesionales. Así, dos jugadores amateur, el mejor jugador de cada equipo en los enfrentamientos matinales, tuvieron la oportunidad jugando una contra otro de compartir partido y disfrutar con los profesionales.
A las tres en punto de la tarde el nuevo tiro puso en liza otros veinte puntos que dilucidarían el ganador definitivo de esta sexta edición. En esta ocasión bastante más igualada fue la contienda aunque nuevamente los de Cristina Escrivá de Romaní se llevaron la victoria parcial. Una salida en tromba de los de Manuela Moraga que les llevó a enjugar la desventaja de la mañana no fue más que un espejismo ya que al final un ajustado 11 a 9 no hizo sino confirmar que la quinta victoria consecutiva caería del lado de los de Cristina.
El 18 a 12 que reflejó el marcador final no dejó margen a la duda y nuevamente la cuchara de madera acreditativa del equipo perdedor tenía dueño. Los veinte componentes de Manuela Moraga se hicieron con el cada vez más entrañable trofeo que algunos de sus jugadores acumulan en su casa año tras año con diseños cada vez más llamativos y divertidos.
La siempre esperada entrega de trofeos y sorteo puso punto final a la jornada. Los habituales seis hoyos especiales, los premios a los dos mejores jugadores de cada equipo así como a los dos ‘no tan mejores’ y el sorteo de regalos traídos por todos los participantes dieron paso a la rifa benéfica a favor de la Fundación APROCOR y la Asociación AMDEM. Los 900 euros aportados por jugadores y amigos fueron de nuevo la mejor noticia de un evento que nada más acabar ya se desea que llegue la siguiente edición.
