No, a la tercera no fué la vencida y eso que el apretado final del año pasado hacía presagiar una dura pugna en tierras onubenses. Nos ganaron y nos ganaron holgadamente. Ya tenemos deberes para el año que viene: ¡mejorar!. Así que cancha de practicas y cubitos de bolas hasta desasnarnos un poquito. A pesar de la amplia victoría 8-4, hubo algunos momentos épicos y varios partidos se resolvieron en los últimos hoyos. Unas duras batallas, en las que al final, como siempre, sale el hándicap. Un 18 frente a un 10 casi siempre acaba perdiendo, aunque hubiera hoyos en los que el rival tuvo que hacer birdie para empatar la buca (hoyo en italiano).
En los resultados individuales, tanto en Scratch, como en Hándicap, la cosa estuvo muy igualada: tres italianos y tres españoles se llevaron cada uno su trofeo. En Scratch ganó el capitan italiano Paolo Pacciani y en Hándicap, nuestro campeonísimo Secretario de la AEPJG, Mario Díaz, que parece que se está acostumbrando a eso de llevarse trofeos (el lunes en el MAPFRE y el viernes en EL ROMPIDO). Dejó su lesión de espalda en Madrid y peleó como un fiera.
Quitando el tema deportivo y la competición, que en el fondo yo creo que sólo es una excusa, tanto para los italianos como para los españoles, nos hemos pasado cuatro soberbios días a la orilla del mar, con una temperatura estupenda y con un ambiente como para sacar matricula de honor. Hace tiempo que no recuerdo haberme reido tanto. Ya la primera noche, Javier Barabino, nos tenía preparado una degustación de pescaitos, chocos y acedías, entre otros manjares marinos, bien regaditos con cerveza o vino blanco de la zona, según preferencias. Y entre choco y caña, chiste, anecdota o broma, (es la ventaja de hablar idiomas parecidos). Y cuando el chiste era un poco más complicado de entender, allí estaba Paolo, para hacer la traducción de español a italiano o de italiano a español.
La segunda noche los italianos, a indicaciones de, Javier, gran conocedor de la zona, se fueron a Punta Umbría, por aquello de hacer turismo. Pero la tercera noche otra vez volvimos a los chiringuitos pues nos estaba esperando la reina de las raciones ¡¡la gamba de Huelva!!. A la plancha o cocida, no tuvimos ningún problema en comernosla en las dos versiones, es más nos sirvió de excusa eso de:
– ¡Pues a mí me gustan más a la plancha!
– ¡No, no que va, están mucho mejor cocidas!
Al final hubo que pedir más raciones. ¡No ibamos a quedarnos con la duda! ¿no?
Pero las noches no acababan ahí y la terraza del hotel fue el escenario nocturno, (por las tardes era cancha de mús) de largas y alegres tertulias.
Sinceramente espero haberos dado mucha envidia. Vosotros os lo habeis perdido, pero teneis la oportunidad de solucionarlo el año que viene, ya que a petición del equipò italiano, posiblemente se vuelva a celebrar en España; con el anuncio de un posible V Italia-España 2013 en la ciudad eterna.