La segunda edición del Cadam «Costa del Golf» disputado en Flamingos -Villapadierna (Marbella) ha cumplido con el objetivo de reivindicar la candidatura de la Ryder Cup para la Comunidad de Madrid, y afianzar de otro lado la confianza en los jóvenes golfistas tuteados por la Federación Madrileña y Andaluza auténticos protagonista des esta novedosa competición por equipos.
Auspiciada por la Asociación de periodistas e informadores de España (APEI) en colaboración con la Federación madrileña de Golf y la Fundacion Banús esta modalidad de Proam con cadetes ejerciendo de capitanes de cada equipo, viene a refrendar la preparación de la cantera en lo deportivo de los futuros profesionales de este deporte en territorio nacional y de forma muy especial también en las normas de etiqueta y responsabilidad individual.
La competición resulto muy igualada un año más, lo que viene a certificar el gran nivel de juego de estos chavales. Cierto que la selección de Madrid consiguió aupar en las tes primeras posiciones a dos de sus cadetes Beatriz Prados que quedó segunda y Eder Moreno tercero, pero la victoria absoluta alzándose con la primera posición individual y por equipos se la llevó el cadete andaluz Loic Servan, en compañía de Elena Jimenez (TVE), Miguel Angel Caderot (RFEG) y Jose Andres Rodrigo ( A&G).
Una vez más destacar el espectacular estado del campo de Los Flamingos, reciente sede del Open de España femenino y de las instalaciones del Hotel Villapadierna, autentico paraíso en clave de destino turístico y de golf dentro de La costa del Sol y reconocido y reputado en el ámbito internacional. La Apei junto a los colaboradores habituales ya han comprometido las fechas para la tercera edición 2011 que incorporará algunas novedades que no dejarán a nadie indiferentes.
De momento el primer objetivo de este Cadam, conseguir que el Golf se convirtiera en deporte Olímpico está conseguido, y ahora vamos por la Ryder para Madrid en 2018. La mezcla deportiva y de convivencia vivida estos dos días entre niños y no tan niños unidos por el golf nos vuelve a dejar una enseñanza singular, la grandeza de un deporte que permite jugar y competir a todos juntos independientemente de la edad o el sexo de cada participante. No hay quien de más.