No en vano, esta es la cuarta medalla de oro por equipos conseguida por el golf femenino español en este Mundial Universitario -las anteriores fueron obtenidas en 1992, 2012, 2014 y 2022- y las segundas de oro y plata en categoría individual tras las obtenidas por Camilla Hedberg en 2012 y Marta Sanz en 2014.
Primeras en la clasificación por equipos, Carla Tejedo y Carolina López-Chacarra ocupando las dos primeras plazas en la competición
individual, la gesta de las española se sustentó además en datos incontestables: 28 golpes de ventaja sobre el segundo clasificado, China Taipei, en el torneo por equipos; 7 y 5 golpes de renta sobre la tercera clasificada en la competición individual, la italiana Caterina Don, que bien pudiera haber sido la española Julia López -en posición de medalla de bronce al inicio de la última ronda- de no mediar su vuelta más discreta, de 79 golpes, en los últimos 18 hoyos, que le hizo descender hasta la undécima plaza en el marco de una actuación en cualquier caso positiva.
Mucho mejor aún le fue a sus compañeras Carla Tejedo y Carolina López-Chacarra, enfrascadas en un toma y daca particular desde el inicio de la competición. La castellonense, a la postre campeona, cimentó su título en un primer registro para la historia, de 63 golpes, con 9 birdies sin fallo, y en una última ronda de 69 golpes donde aprovechó el único ligero desfallecimiento de la madrileña Carolina López-Chacarra en todo el torneo, 74 golpes que invirtieron sus posiciones de comienzo a final de jornada.
Mayor competencia encontró el equipo masculino español en este Campeonato del Mundo Universitario, donde concluyó en una meritoria quinta posición, parte alta de la tabla donde estuvo instalada España desde el comienzo del torneo en base al mérito de sus representantes. Japón y Corea del Sur, a 15 golpes de distancia, hicieron imposible la lucha por la medalla de oro, mientras que la bronce, acaparada por Italia, a 10 golpes, estuvo asimismo lejos.
El madrileño Pablo Ereño, octavo clasificado en el torneo individual, ejerció de soporte principal del equipo, mostrándose sobresaliente tanto en la primera como en la última ronda, saldadas con sendos 67. Sus rondas intermedias, de 71 y 74, impidieron aspiraciones más altas.
Samuel Espinosa, decimoquinto, el rey de la regularidad con vueltas de 72, 73, 71 y 70, tuvo asimismo un rendimiento notable, mientras que Álvaro Mueller-Baumgart, vigesimosexto con tarjetas de 72, 79, 73 y 71, quedó lastrado por su resultado de la segunda ronda.
Fuente & Foto: RFEG