En el camino, a falta de 18 hoyos para la conclusión, se cruza en primer lugar el italiano Filippo Celli, que vuelve a la carga tras deslumbrar a todos con su 8 bajo par de la primera jornada. Mucho menos acertado en la segunda, más sobrio en la tercera, el transalpino lidera la clasificación con 5 bajo par y uno de ventaja sobre Javier Barcos y otros cuatro jugadores empatados en esa posición, una renta tremendamente exigua para quienes conocen los peligros que siempre genera quien pincha bola en el recorrido del Parador de El Saler.
Arena de duna, uñas de gato, arbustos y árboles modelados caprichosamente por el viento, son muchos los puntos donde los predecesores de Javier Barcos en la clasificación al inicio de la tercera jornada se fueron dejando sus aspiraciones de ocupar el liderato provisional.
Le pasó al italiano Pietro Bovari, al alemán Yannick Malik y a unos cuantos más, que cedieron terreno allá donde Javier Barcos se mostraba firme, tanto que durante 12 hoyos no solo permaneció ajeno al error, sino que apuntó tres oportunos birdies en su tarjeta que le catapultaron momentáneamente al primer puesto provisional.
En el hoyo 13, sin embargo, aconteció su primer error del día, salida a bunker de calle, golpe que se pasa de green y buena recuperación pero insuficiente para mantener el par. El tropiezo, ligero en ese momento, se acentuó con gravedad en los hoyos 16 y 17, dos nuevos errores rematados, por si fuera poco, por una inoportuna corbata en el último hoyo cuando tiraba para birdie.
Javier Barcos era, al término de la ronda, la personificación de las sensaciones contrapuestas. “Si alguien me dice hace una semana que voy segundo a falta de una jornada, le digo que está loco. Pero ha sido una lástima, porque he tenido en mi mano hacerlo mejor, aunque hay que tener en cuenta que el viento y esos hoyos finales son una prueba para todos”, relataba el navarro con emoción y un punto de cautela, con la mente puesta en dotar a su currículo deportivo de un título de grandes dimensiones.
Componente del creciente grupo de españoles que prosiguen su formación deportiva y académica en Estados Unidos, en su caso en concreto en la Universidad de Utah, Javier Barcos tiene ante sí la preciosa oportunidad de proclamarse campeón de Europa Absoluto. Sólo 18 hoyos, dos aguerridos italianos, un alemán, un australiano y otros jugadores a dos golpes de distancia se interponen en el camino. Nada que un navarro no pueda afrontar con éxito.
Luis Masaveu abandera al resto de la delegación española
Al margen de Javier Barcos, otros españoles están desarrollando actuaciones interesantes que les sitúa en la parte alta de la tabla. Es el caso del madrileño Luis Masaveu, en las primeras posiciones desde el comienzo del torneo, décimo tras la tercera ronda después de firmar 74 golpes.
Un poco más atrás, la regularidad de Samuel Espinosa (73, 72 y 72) le convierte en jugador Top 20, lo mismo que Jorge Hao, mientras Ángel Ayora y José Luis Ballester siguieron peleando por acabar bajo par, unidos por el destino de una vuelta algo más elevada que les impide ascender, como a Carlos Abril, subir más puestos en la clasificación.
Por último, en esta tercera jornada, quienes sí que fueron capaces de rebajar el par del campo, vital para superar el corte fueron Pablo Ereño (70 golpes) y Álvaro Mueller-Baumgart (71).
Nueve españoles superan el corte
Al término de la tercera jornada se ha establecido un corte en el puesto 60 y empatados para poder disputar la cuarta y definitiva ronda de competición. La criba se ha llevado a muchos por delante, incapaces de superar el listón de 6 sobre par. De los 16 representantes españoles que iniciaron el torneo, nueve de ellos estarán presentes en la jornada final, un número significativo que pone de manifiesto el buen rendimiento general del cuadro español. El listado está compuesto por Javier Barcos, Luis Masaveu, Samuel Espinosa, Jorge Hao, Ángel Ayora, José Luis Ballester, Carlos Abril, Pedro Ereño y Álvaro Mueller-Baumgart.