El célebre recorrido gerundense, perfectamente presentado para la ocasión, asistió a la enrabietada resurrección de un equipo que tardó 18 hoyos en tomarle el pulso a la competición. Casi en solitario durante la primera jornada clasificatoria, arropado por la totalidad de sus compañeros en la segunda, Eugenio López-Chacarra volvió a coger el timón de mando para crear una senda victoriosa que posteriormente siguieron todos los demás.
Sesenta y seis golpes en la primera vuelta, 67 en la segunda, 9 bajo par, el incontenible juego del madrileño le llevó a distinguirse como el golfista más inspirado del torneo en la fase clasificatoria, un premio honorífico individual que conllevó otro muy superior: el primer puesto de España en esta fase previa gracias al esfuerzo y acierto de todos.
El primero en salir, como en la primera jornada, Eugenio López-Chacarra sólo anotó bogey en el hoyo 13, una acción anecdótica en el marco de una actuación machaconamente contundente plasmada mediante seis birdies.
Por detrás, asimismo envalentonado por las noticias que le llegaban desde ese partido estelar, Joel Moscatel se afanaba en replicar esa sobresaliente vuelta, un reto que rozó con la punta de los dedos al inscribir 4 bajo par en su cuenta particular, lo que catapultó al equipo español hasta las alturas.
Luego, imbuidos en auténtica efervescencia victoriosa, llegaron más resultados positivos en forma de vueltas bajo par, caso de Luis Masaveu, que se permitió el lujo de inscribir un espectacular eagle en su tarjeta, un explosivo resultado que también rubricó Álvaro Mueller-Baumgart en una vuelta más complicada que acabó con 73, la tarjeta en esta ocasión descartada.
La regularidad de Álvaro Hernández, con dos vueltas al par, dejó paso a la gran traca final protagonizada por David Puig, integrante del último partido del día. El barcelonés, excelso, se convirtió en un ciclón arrasador que asentó definitivamente a España en la primera plaza de la fase clasificatoria.
Acumulando birdies a velocidad de vértigo e incluso un eagle en su tarjeta, en su caso en el hoyo 15, David Puig deslumbró a todos los presentes con una ronda de 65 (6 bajo par, la mejor del segundo día, a base de golpes maravillosos de todas las facturas, la mejor forma posible de cerrar el círculo victorioso, ese que comenzó el día con un 66 de Eugenio López-Chacarra y que terminó, aún mejor si cabe, David Puig con 65, aviso para navegantes para Austria, el rival español en cuartos de final.