El objetivo del conjunto español es, al menos, ascender a la tercera plaza y obtener un cajón en el podio final. Hay ocho golpes de diferencia y se antoja una hazaña en toda regla pero nada está escrito hasta el final.
España vivió su jornada más discreta, que se saldó con 148 golpes fruto de los 71 (-1) de la barcelonesa Paz Marfá y los 77 (+5) de la madrileña María Herráez. La navarra Elena Hualde, muy acertada en la segunda manga, se fue hasta los 79 (+7).
El equipo que capitanea Mar Ruiz de la Torre tiene la tercera plaza que ocupa Dinamarca a ocho golpes. La primera plaza parece destinada, salvo milagro de Suecia o la propia Dinamarca, para el combinado de Corea del Sur, intratable desde la primera jornada.
La primera jornada estuvo marcada por una tremenda igualdad, hasta diez equipos estaban en cuatro golpes, de la que supo escapar el equipo surcoreano para liderar la prueba con -2 al total, siendo el único capaz de jugar bajo par. El equipo español era sexto de forma provisional a cuatro golpes de la cabeza.
España sumó 146 golpes (+2), que salían de la suma de los 72 (par) de Paz Marfá y los 74 (+2) de Elena Hualde. Ambas protagonizaron vueltas movidas de las que salieron mejor paradas que su compañera, María Herráez, que terminó en +5.
En la segunda jornada el cuadro español ascendió a la quinta plaza de la mano de una acertada Elena Hualde, que actuó de impulsora del equipo. España sumó 144 golpes (par) gracias fundamentalmente a los 69 golpes (-3) de Hualde, que firmó la tercera mejor vuelta del día. Sus compañeras se anotaron 75 impactos (+3).
La competición se disputa con un sistema de juego idéntico al de los Mundiales Absolutos: cuatro jornadas Stroke Play en las que se contabilizan las dos mejores tarjetas de cada uno de los equipos.