España apeló a la épica para acceder a las semifinales en un enfrentamiento para el recuerdo ante Dinamarca, equipo local que contaba con el apoyo del público.
Todas las componentes del conjunto español, en una exhibición de cohesión y capacidad de superación, obviaron con creces las tremendas dificultades a las que le sometió el equipo anfitrión en cuartos de final, un duelo repleto de intensidad por los cuatro costados que concluyó, tras múltiples alternativas, con 4 a 3 a favor de España.
La definición de igualdad ya se plasmó de forma mayúscula durante la disputa de los foursomes, dos enfrentamientos de alto voltaje, resueltos por la mínima, dilatándose en ambos casos más allá del hoyo 18, afectados por si fuera poco por un inoportuno parón, ya en su recta final, provocado por una lluvia intensa.
El resultado de todo ello fue 1 a 1 en el marcador parcial, máxima igualdad para un choque entre dos equipos repletos de jugadoras de gran categoría, sin que ninguno de ellos acertase a desnivelar el fiel de la balanza en los partidos por parejas.
Luna Sobrón y Noemí Jiménez aportaron su punto en un duelo tremendamente tenso ante Caroline Nistrup y Stephanie Bertelsen que se dilató hasta el hoyo 19, dos antes de lo que duró el pulso de Natalia Escuriola-Nuria Iturrios contra Puklyng Thomsen-Malene Krolboll, un toma y daca continuo, con ribetes heroicos, bajo condiciones meteorológicas muy adversas, con par de ambos equipos en el hoyo 19, birdie asimismo de ambos en el 20 y un birdie de las danesas en el 21 para desnivelar la contienda a su favor y conseguir un punto de gran valor.
En los partidos individuales, más de lo mismo, igualdad y emoción extremas, propuestas y respuestas continuas que convirtieron el duelo en un auténtico choque de trenes. Las danesas, a la carga, tomaron la iniciativa en los primeros hoyos, adquiriendo ventajas que las españolas, muy poco a poco ante un rival tremendamente correoso, fueron diluyendo.
Fue el caso de Noemí Jiménez, punto importantísimo tras ganar en el hoyo 18 después de ir a la zaga en casi todo el recorrido que acompañar al aportado por Fátima Fernández, solvencia personificada ante Stephanie Bertelen (4/3), oportunas aportaciones que no llegaron, a pesar de que lo intentaron con denuedo, de parte de Luna Sobrón y Nuria Iturrios, la primera cediendo en el hoyo 19, la segunda por un más amplio 3/2, inconvenientes superados de forma tremendamente oportuna por Natalia Escuriola, siempre por detrás de Marie Lund Hansen, una caza y captura que se hizo efectivo en el hoyo 18 para rematar, definitivamente, en el hoyo 20, una espectacular reacción premiada con el pase a semifinales.