22 de noviembre de 2024

La lluvia suspende una cita amenizada por la Ryder

La lluvia suspende una cita amenizada por la Ryder

José Mari Olazábal, Miguel Ángel Jiménez y Nacho Garrido deleitaron en la noche del viernes a los veinte jóvenes que están disputando la Final Lacoste Promesas en La Sella Golf Resort, en Dénia (Alicante), relatando lo sucedido en la pasada edición de la Ryder Cup.

Golf Confidencial . Habría que recordar que la pelea por el título quedó reducida a 18 hoyos, obligando a suspender la primera vuelta por causa de la intensa lluvia y el granizo que cayeron durante toda la mañana del sábado sobre el recorrido alicantino.

En la noche del viernes, tras un día repleto de enseñanzas y buenos consejos en el campo de golf, los veinte finalistas Lacoste Promesas se reunieron en torno a los tres campeones para escuchar el relato de la victoria en Medinah. José Mari Olazábal destacó: “No habría sido lo mismo ganar que empatar la Ryder Cup: la misión del equipo europeo era volver a casa con el trofeo pero habiéndolo ganado, no valían medias tintas. La mañana del viernes empezó bien, con mucho azul en los marcadores, pero hacia el hoyo nueve o el diez los americanos le dieron la vuelta a la situación poniéndose por delante. A pesar de todo conseguimos empatar, y eso que los Foursomes no son precisamente nuestra especialidad. Mi intención era que los 12 jugasen el viernes. Para mí era muy importante hacerles sentir parte del equipo y eso me hizo sacrificar a jugadores como Sergio o Luke Donald. Perdimos tres partidos y sólo ganamos uno, el de Westwood-Colsaerts, a quien le tocó enfrentarse en su primer partido nada menos que a Tiger Woods. Estuvo espectacular, él solito hizo ocho birdies y un eagle”.

Sobre la recta final de la competición, reseñó: “El sábado, en los Foursomes, no quería probar cosas nuevas y había que recuperar terreno. Los muchachos jugaron bien pero la diferencia estuvo en los greenes, ellos metían los putts y los nuestros no entraban. Por la tarde, no nos quedaba más remedio que dar el do de pecho y sacrifiqué a Hanson y Kaymer. Las cosas no salían, hubo un momento que pensamos que todo estaba perdido y, sin embargo, dos partidos fueron claves y dieron la vuelta a la situación: Sergio-Donald y McIlroy-Poulter. Ian iba apretado contra las cuerdas y terminó con cinco birdies; en el 18, en un momento de máxima tensión, al meter el putt se volvió hacia todo el equipo europeo y lo celebró con ellos mirándoles fijamente, con esa mirada que sólo he visto en él”.

En cuanto al mágico desenlace, desveló: “Por la noche, en el Team Room y a pesar de ir 10 – 4, los muchachos estaban tranquilos y el ambiente era bueno. Esos dos partidos fueron la clave para mantener la esperanza viva. Les dije que me gustaban mucho los emparejamientos y ellos estaban obligados a ganar cinco partidos. El domingo, los nuestros salieron creyendo que podíamos ganar la Ryder Cup y eso fue fundamental. Tuvieron un domingo inspirado y maravilloso. Ganamos los cinco primeros puntos pero del partido 6 al 10 el marcador estaba en rojo, y Sergio, que era octavo e iba muy apretado contra Furyk, consiguió darle la vuelta y ganó su punto. Kaymer aguantó la presión y, aunque nos lo hizo pasar un poco mal, aseguró la Ryder Cup para Europa. Cuando metió el putt, Tiger, que venía detrás, debió perder la motivación. Entonces le dije a Molinari: “Tienes que ganar el partido”. Siempre he dicho que no es lo mismo empatar que ganar la Ryder Cup”.

Por su parte, Miguel Ángel Jiménez manifestó: “Fuimos a Chicago con el mejor equipo europeo de la historia, nunca nos hemos visto en otra con varios jugadores entre los primeros del mundo. Teníamos que ganar, la motivación y objetivos estaban claros desde el primer momento. Los nuestros jugaron muy bien pero la diferencia los dos primeros días estuvo en los greenes. Me siento un privilegiado: ser vice-capitán de este gran equipo y a las órdenes de mi gran amigo el “vascorro”, ha sido algo increíble”.

En cuanto a Nacho Garrido, sus palabras fueron: “La Ryder Cup es la experiencia más bonita que puedes vivir en tu carrera, es a lo máximo que aspira todo jugador profesional. Yo tuve la inmensa suerte de clasificarme para la del 97 en Valderrama, aquí en España, con Seve como capitán y encima ganamos… no se puede pedir más. Chema (Olazábal) y yo jugamos un partido de aúpa contra Lehman y Mickelson, que terminó en empate, y nunca lo olvidaré. Esos momentos hacen que la Ryder Cup sea tan especial”.

El desenlace tendrá que esperar

Los veinte finalistas Lacoste Promesas sufrieron una primera vuelta de torneo bastante dura y complicada que, tras varias interrupciones, tuvo que ser suspendida por culpa de una fuerte granizada e incesante lluvia. El domingo saldrán a las 08:00 horas, para disputar un vibrante recorrido del que saldrá el nombre del vencedor. El título se lo jugarán: Celia Barquín, Covadonga Sanjuán, María Parra Luque, Ana Peláez, Irene Rollán, Elena Hualde, Águeda Cortilla, Paz Marfá, Marta Martín García, Marta Pérez Sanmartín, Iván Cantero, Francisco Rosete, Pablo Rodríguez-Tabernero, Fernando Galiano, Iker Aguirre, Martín Larrea, Víctor García, Manuel Hernández, José María Fuster y Manuel Elvira.

Lacoste vestirá durante un año a los campeones, un chico y una chica, e Iberia les llevará a su lugar favorito del mundo junto a un acompañante.

Olazábal, junto a los alumnos de La Sella Golf Academy

Unos 80 alumnos de La Sella Golf Academy se reunieron en la mañana con José Mari Olazábal para rendirle homenaje. Los chicos, entre tres y 21 años, pasaron un rato muy agradable teniendo la oportunidad de hacerle todo tipo de preguntas; a la primera, “¿con quién te habría gustado jugar 18 hoyos?”, el capitán de la Ryder Cup respondió: “Con mi gran amigo y maestro Seve Ballesteros, con quien tuve la suerte de compartir no una sino muchas vueltas de golf, y de quien aprendí casi todo lo que sé”. 

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