Hablar de la Audi quattro Cup en España es hablar de deporte, de valores y esfuerzo, y sobretodo de aplausos en las respectivas entregas de premios. De los 32 Clubs que han conformado este 2017 el calendario nacional las felicitaciones y la admiración han sido el denominador común, no en vano, se han clasificado las mejores parejas scratch de cada país. Si a ese prestigio deportivo le unimos una modalidad de parejas como el greensome stableford donde se elige en cada hoyo una de las 2 salidas para alternar posteriormente cada golpe hasta embocar el espíritu de equipo sale a relucir al máximo, y si bien los errores duelen el doble, las alegrías también se multiplican al poder compartirlas en pareja.
Con este espíritu se plantaron en Los Cabos Andreu Pérez y Ramón Clavell, 2 jugadores amateurs que siempre han sentido el golf como un deporte en el que nadie te regala nada, en el que cada golpe cuenta. La primera jornada se emparejaron con los representantes de Taiwan que a la postre terminarían segundos scratch con un solo golpe de ventaja respecto nuestros representantes españoles. El partido fue digno de ver y aunque no saldrían del todo las cosas se dejaban ambos países posibilidades para remontar la gran actuación de Reino Unido. Sin embargo, una segunda jornada para enmarcar de los ingleses hizo que se fueran hasta los 6 bajo brutos del campo.
Con el liderato decidido la segunda jornada fue un torbellino de emociones con muy pocos pares. La mayoría birdies y bogueys para completar una meritoria vuelta de par bruto. La tercera plaza debe saber bien a la pareja catalana teniendo en cuenta la cantidad de países representados en un evento que reúne a 47 países en todo el mundo, donde se celebran 750 torneos y en los que participan casi 100.000 jugadores.
Mención aparte merece el campo de Quivira Golf Club, un diseño de Jack Nicklaus en el que el diseñador contó con todos los medios para hacer una auténtica obra de arte. “No se puede explicar con palabras, hay que verlo y sentirlo con tu propio cuerpo” declaraba Pérez después de la ronda de entrenamiento. “Es el mejor campo que he jugado en mi vida, y que jugaré creo” respondía Clavell cuando se le preguntaba al respecto. La presencia de Paula Creamer en el 18 les sirvió para motivarse y acabar con muy buen sabor de boca la competición. Esta experiencia quedará para siempre en la retina de estos 2 jugadores, y la posibilidad de compartir con otros países una pasión común demuestra que a pesar de las diferencias culturales y raciales, el golf es un deporte que une. Audi lo tiene claro y sigue apostando por esos valores en todas sus competiciones.