Golf Confidencial Eso cambió quince años más tarde cuando se abrió Pine Valley, pero Oakmont con sus famosos “bancos de iglesia” de casi una hectárea entre las calles 3 y 4, sigue siendo un maravilloso lugar de culto en la historia del golf.
William Fownes era un firme convencido de que un mal golpe merecía la adecuada penalización.
Los bancos de iglesia presentan ocho lomas, cada una cubierta con hierba, y arena entre ellas. Depende de donde aterrice su bola, quizá no pueda avanzar metros debido a las lomas que tiene delante. La opción de jugar de lado debe ser seriamente contemplada. Algunas veces incluso la única salida es jugar hacía atrás.
Si bien los “bancos de iglesia” son el obstáculo más complicado del tercer hoyo, hay algunos más a tener en cuenta. Tres profundos búnkers penalizan a aquellos jugadores que se van demasiado a la derecha en su afán por evitar los bancos.
El green no castiga tanto, por que es muchísimo menos ondulado que otros en Oakmont, pero se inclina ligeramente hacía atrás y está protegido a ambos lados por unos búnker implacables.
Oakmont es el escenario de lo que algunos consideran la mejor vuelta de golf que se haya jugado: el record de 63 golpes de Johnny Miller firmados en el U.S Open de 1973.