Paul Waring se impuso a un estelar grupo perseguidor para ganar el Abu Dhabi HSBC Championship.
El inglés, de 39 años, había tomado el control de la prueba con un 61 en Yas Links, récord del campo, el viernes, pero vio cómo su ventaja de cinco golpes a mitad de recorrido se reducía a uno al firmar un 73 un día después.
Waring había dicho que se sentía nervioso durante su tercera ronda, pero mostró nervios de acero en un impecable 66 final.
El líder de la Race to Dubai , Rory McIlroy, el cuatro veces ganador de las Rolex Series , Tyrrell Hatton, y el ex campeón del Open , Shane Lowry, fueron algunos de los que aumentaron la presión sobre Waring durante una emocionante ronda final.
Pero Waring, cuyo único título anterior en el DP World Tour se produjo en el Nordea Masters hace más de seis años, respondió a ser alcanzado por Hatton con un birdie desde doce metros en el 17 y jugó el último impecablemente para llevarse el cheque de ganador de 1.530.000 dólares.
«Significa mucho más que muchas otras cosas que vienen con esa victoria», dijo Waring, que sube al quinto puesto en la Race to Dubai Rankings y se coloca firmemente en el camino para conseguir una de las diez tarjetas del PGA Tour que se ofrecen para 2025.
«Dicho esto, a principios de la semana, mantener el control de mí mismo de la manera que lo hice hoy, estoy muy orgulloso de mí mismo, y mi caddie Alex Evans fue absolutamente increíble. Mi compañero de juego ha estado increíble, Shane y Niklas (Norgaard). Estoy un poco desconcertado ahora mismo».
«No soy muy emocional en los campos de golf. No suelo chocar los puños, no suelo ponerme nervioso y suelo mantenerme bastante tranquilo. En realidad fue el putt del 15, el par salvado. Sólo era un metro y medio, pero fue un putt muy sólido. Me dio mucha confianza y pensé que, si seguía embocando putts así, me iría bien».
«En el 17, pude ver cómo entraba y supe que iba a meterla. En cuanto salió de la cuchilla, supe que estaba dentro. Así que sí, fue un gran momento. Un gran, gran momento».
«Creo que el segundo golpe en el 18 fue absolutamente perfecto. Verlo ir largo fue, ‘bien, todavía tengo trabajo, todavía tengo cosas que hacer’».
«Así que recuperé la cabeza. Seré sincero, las piernas me temblaban un poco en el último putt. Sólo quería asegurarme de que no pasara nada más, y fue genial meterla en el último hoyo».
«No quiero sonar exagerado ni nada por el estilo, pero siento que mi juego de golf ha estado en un buen lugar durante el último año. Simplemente no lo he puesto todo junto. Y entonces llega esta semana y sabes qué, una semana para que todo se junte, pateando bien, el juego de aproximación fue genial, genial desde el tee. Es bonito ponerlo todo junto y conseguir un torneo como este».
Tyrrell Hatton fue segundo con su impresionante 64 final, y Rory McIlroy, Thorbjørn Olesen y Matt Wallace compartieron el tercer puesto con 21 bajo par.
