“No nos asusta ni la competencia, ni la calidad de las jugadoras, ni las dificultades que plantea el campo. Estamos acostumbradas a jugar con las mejores y vamos a hacerlo lo mejor posible porque nos encanta representar a España”.
Esta es la firme declaración de intenciones de Carlota Ciganda y Azahara Muñoz, las representantes españolas de golf que afrontan desde este miércoles, en París, su tercera participación en unos Juegos Olímpicos.
Ambas lo hacen en un momento de máxima madurez deportiva, con la experiencia de lo ocurrido en las ediciones anteriores celebradas en Río de Janeiro y Tokio pero, sobre todo, con la experiencia acumulada durante muchos años ya de enfrentarse a las mejores jugadoras del mundo casi cada semana en el Circuito Americano Femenino.
“Estar aquí, en nuestros terceros Juegos Olímpicos, dice mucho de la carrera que llevamos, de lo consistentes que hemos sido, de todo el trabajo que hay detrás. Tenemos muchas ganas de hacer cosas grandes esta semana”, comentaba Carlota Ciganda, un pensamiento ratificado con gestos por Azahara Muñoz.
La presencia de las 15 mejores golfistas del Ranking Mundial supone un acicate para las dos jugadoras españolas. “En casi todos los torneos que jugamos están las mejores 40 del mundo, y esto no es muy diferente: hay que jugar muy bien para ganar a las mejores”, manifestaba con convicción Azahara Muñoz.
“Precisamente, jugar contra las mejores nos motiva. Como en casi cualquier torneo que jugamos durante la temporada en el LPGA, hay mucho nivel. Pero cuanto más difícil es, algo más sacamos lo mejor de nuestro juego. Tenemos el nivel para estar ahí arriba”, apoyaba Carlota Ciganda.
Al margen de las rivales, el torneo cuenta con otro enemigo a tener muy en cuenta, el fiero recorrido de Golf National, que ya se mostró exigente en la reciente competición masculina. “El campo es muy abierto, el viento puede ser un factor clave, aunque es verdad que estos días no ha soplado nada. Será importante coger calles de cara a tener un buen segundo golpe. Yo he visto las calles muy estrechas, aunque Azahara le pega muy recta. Pero en general es un campo muy justo, y si de tee a green estás fina, vas a estar ahí arriba”, analizaba Carlota Ciganda.
“Efectivamente, es un campazo, es un gran test para todas. Si no coges calles no hay opciones”, remarcaba Azahara Muñoz, que no ve del todo claro, como su compañera Carlota, el proyecto de variar el sistema de competición olímpica en un futuro. “Hay que estudiarlo muy bien para que sea realmente justo”, decía.
Atentas al desarrollo y desenlace del torneo masculino, cuyo triunfo acarició Jon Rahm durante 10 hoyos, ambas solo tienen palabras positivas sobre el jugador vasco: “Es un gran jugador que nos va a dar muchas alegrías. No se le puede pedir más, siempre lo da todo. Y Scheffler no ganó con -2, sino que hizo una tarjeta de -9 y es el número uno del mundo. Ganar fácil no es posible y los últimos hoyos da para mucho. Es golf, es deporte y hay que seguir adelante”, asentían las dos.
Por tercera vez consecutiva, Carlota Ciganda y Azahara Muñoz vuelven a representar a España en una cita olímpica. Su actuación en Brasil en 2016 se saldó con los puestos 21 –en el caso de Azahara Muñoz– y 39 –en el caso de Carlota Ciganda–, mientras que en Tokio 2020 se invirtieron los papeles en la clasificación: puesto 29 de la navarra y 50 de la malagueña.
Jugadoras habituales en el Circuito Americano Femenino desde hace varios años, tanto Carlota Ciganda como Azahara Muñoz se han convertido por méritos propios en referencias imprescindibles del golf femenino español, avaladas en ambos casos por una trayectoria adornada por numerosos éxitos.