Se celebró el Pro-Am del Campeonato de Madrid de Profesionales by Grupo San Pablo en el Club de Golf La Dehesa. El sueño de un golfista amateur. Y hoy ha comenzado la competición oficial y nos regalará 3 jornadas con los mejores jugadores profesionales de Madrid.
Dentro de los circuitos profesionales de golf, la víspera al torneo es el día reservado a los Pro-Ams, donde juegan jugadores profesionales y amateurs. 1 profesional y 3 amateurs. Y todo jugador amateur sueña compartir en algún momento campo con los mejores profesionales.
En la mayoría de los casos se accede por invitación y se juega en un formato llamado Fourball. Ésta modalidad determina que gana el equipo que tiene mejor score, contando la mejor bola de cada uno (obviamente, al jugador amateur se le cuenta el score que hizo en el hoyo, descontándole los golpes de ventaja que tiene por su hándicap).
Es una experiencia única para los jugadores amateurs, la ilusión de los amateurs en un campo preparado para un torneo profesional y de poder jugar y aprender con los ídolos del golf es algo muy muy especial.
Y es parte del trabajo de los jugadores profesionales para atraer a nuevos jugadores al fascinante mundo del golf. También es una forma de agradecer al patrocinador todo el dinero y esfuerzo invertido en el torneo.
El golf profesional es un concurso, un duelo, un cuerpo a cuerpo que requiere coraje, habilidad, estrategia y autocontrol. Una prueba de temperamento, un juicio de honor.
Sin su existencia, jamás hubiéramos disfrutado de aquellos momentos en que han mostrado sus obras maestras con golpes espectaculares. Tampoco hubiéramos experimentado esas emociones incandescentes que nos ha hecho sentir nuestros pros cuando han llorado o se han alegrado. Sus pulsaciones a 200, notar el aliento de miles de espectadores mientras llegan al hoyo 18.
Además, cumplen con una labor social; son el faro a seguir de pequeños y mayores. Tienen la enorme responsabilidad de ser la inspiración de las nuevas generaciones y el sueño de cualquier aficionado que quisiera imitar sus pasos, o al menos su swing.
No, no es fácil ganarse la vida con el golf y en estos tiempos tan inciertos, llenos de incertidumbre, ellos y ellas siguen luchando por sus ilusiones y su profesión, intentando traernos triunfos y alegrías a todos los madrileños.
El golf es pasión, dedicación y conexión. Y todos estos elementos se unen para que tanto los profesionales como los espectadores que están en esos instantes, vivan momentos únicos y gloriosos.