Hemos pasado las últimas 24 horas intentando aceptar que nuestro hijo ha muerto. Es surrealista que no sólo tengamos que admitirlo ante nosotros mismos, sino que también tengamos que reconocerlo ante el mundo. Es una pesadilla.
Tenemos tantas preguntas que no tienen respuesta. Pero una.
¿Grayson era amado? La respuesta es sí. Por nosotros, por su hermano Cameron, por su hermana Erica, por toda su familia, por sus amigos, por sus compañeros y, al parecer, por muchos de los que estáis leyendo esto. Le queríamos y le echaremos de menos.
Nos gustaría dar las gracias al PGA TOUR y a todo el mundo del golf por las muestras de apoyo. La vida no siempre fue fácil para Grayson, y aunque se quitó la vida, sabemos que ahora descansa en paz.
Por favor, respeten nuestra privacidad mientras trabajamos en esta increíble tragedia, y por favor honren a Grayson siendo amables los unos con los otros. Si eso se convierte en su legado, no podríamos pedir nada más.