Akshay Bhatia se escribió un recordatorio en la muñeca el sábado antes de la tercera ronda del Valero Texas Open: «Race My Race».
La idea era no preocuparse de nada más que de su propio golf, y eso dio al resto de los competidores mucho de lo que preocuparse.
Akshay Bhatia hizo birdies en sus dos últimos hoyos en el TPC San Antonio para un total de 4 bajo par y 68 golpes, con lo que llega a la ronda final con una ventaja de cuatro golpes sobre Denny McCarthy en su intento de conseguir la última plaza para el Masters.
Denny McCarthy fue el único jugador que consiguió mantenerse cerca de Bhatia, de 22 años, y sus tres birdies en un tramo de cuatro hoyos a mitad de los últimos nueve le permitieron recortar la ventaja a dos golpes. Cerró con tres pares para un 67.
Akshay Bhatia pegó un drive perfecto en el alcanzable par 4 del hoyo 17, a poca distancia del green, que tenía una bandera delante. Su golpe no fue nada especial, pero embocó un putt de 3 metros. En el último par 5, se acercó y golpeó con un wedge a una bandera trasera, justo dentro de los 3 metros, y embocó el putt para birdie.
Bhatia estaba en 15-bajo. Después de McCarthy, el siguiente jugador más cercano al liderato era Brendon Todd, que hizo 70 golpes y estaba a siete golpes.
El mensaje estaba relacionado con el trabajo de Bhatia con un psicólogo, ya que ha estado trabajando mucho en el aspecto mental de su juego. Tuvo la tentación de preocuparse por asuntos ajenos a su swing, por cómo afrontaría una gran ventaja o por si había perdido el liderato.
¿Cuál es el mensaje de «Race My Race»?
«Ir a mi propio ritmo, centrarme en mí mismo, mantener las anteojeras justo delante de mí», dijo Bhatia. «Me fijo en eso todo el tiempo, porque aquí te puedes ver atrapado en muchas cosas, y si voy a mi ritmo y trato de no dejar que las cosas de fuera me molesten, puedo centrarme en mí mismo. Y sea cual sea el resultado, así será».
Jordan Spieth proporcionó mucho entretenimiento, no necesariamente bueno para su puntuación. Abrió con un par de bogeys. Firmó cuatro birdies para meterse entre los 10 primeros. Y luego jugó el 18.
Su drive estaba a la izquierda, cerca de la base de un árbol. Spieth optó por ir más a la izquierda porque no había fuera de límites, y avanzó unos 80 metros. Luego intentó ir hacia el green, pero aterrizó en un tejado y rodó hasta el canalón del tejado.
Después de un alivio sin penalidad, golpeó desde el rough hasta el green, a unos trece metros de distancia, dejándole la oportunidad de hacer par. En cambio, dejó el putt a dos metros y medio y embocó tres putts para un doble bogey. Todo eso para un 72.
Rory McIlroy abrió con un doble bogey, recuperó esos dos golpes con birdies, retrocedió aún más con un par de bogeys en los últimos nueve hoyos y terminó con dos birdies. No fue tan aventurero como Spieth, pero también tiró 72 y se quedó a 10 en su último torneo antes de ir al Masters.
