La afirmación se basa en un dato incontestable -8,5 a 3,5 al final del primer día- que obliga a las estadounidenses a obrar una remontada épica en la segunda ronda, donde precisa ocho de los doce puntos en juego en los partidos individuales para obtener la victoria y, de paso, restañar la afrenta del triunfo europeo en suelo americano en 2021.
Para llegar a ello, las chicas capitaneadas por Gwladys Nocera ofrecieron un recital que careció de adecuada respuesta por parte de su rival en los partidos matinales. Y ningún mejor ejemplo que lo acontecido en el arranque del duelo.
Tee del hoyo 1, 08:15 horas, tensión ambiental evidente ante el comienzo de la PING Junior Solheim Cup, la competición femenina Sub 18, antesala de la Solheim Cup, que también levanta pasiones.
La castellonense Rocío Tejedo, con la seguridad que le caracteriza, tiene el honor de dar el golpe inaugural de la competición. El impacto es soberbio y la bola acaba muy lejos en el centro de la calle. Su compañera Andrea Revuelta realiza un sensacional golpe de aproximación que lleva la bola en green a seis metros de bandera. Rocío Tejedo, implacable, emboca mediante un putt rectilíneo que genera las primeras grandes ovaciones. Birdie.
En el mismo partido, la estadounidense Megan Meng envía la bola de salida a una zona arbolada desde la que sale con dificultades su compañera Irene Kim. No hace falta decir que el equipo europeo, de la mano de las dos inmisericordes españolas, se apunta el hoyo.
Así se fraguó el inicio de una jornada matinal donde las golfistas europeas, todas a una, en mayor o menor medida, arrasaron a las estadounidenses en los partidos foursomes. La capitana Gwladys Nocera situó en vanguardia a Rocío Tejedo y Andrea Revuelta muy consciente de que su calidad y su compenetración iba a generar réditos, impulsando al resto de sus compañeras y generando presión en un combinado norteamericano completamente desarbolado
El efecto fue demoledor, con registros que provocaban vértigo, un tsunami deportivo que las jugadoras norteamericanas eran incapaces de contrarrestar. Mirar el marcador parcial de las españolas Tejedo – Revuelta producía admiración. Uno, dos, tres, cuatro de ventaja en los cuatro primeros hoyos, una renta ampliada a seis en el paso por el 10 y duelo finiquitado en el hoyo 12 con un impresionante 8/6. De récord.
Por si fuera poco, el resto del equipo europeo, envalentonado por las noticias procedentes del primer partido, amilanadas por lo mismo las componentes del combinado norteamericano, puso en marcha una maquinaria demoledora. Las diferencias no eran tan grandes, pero ninguna de las parejas estadounidenses logró fraguar lo que hubiese sido una reacción esperanzadora.
La situación no daba para más. Todas a comer con un marcador tan significativo como contundente, 5,5 a 0,5, y la sensación de que la fiesta europea, ya por la tarde, iba a continuar.
Amy Alcott, capitana norteamericana, introdujo todo tipo de cambios en la configuración
de los partidos con la intención de frenar la sangría. El primer objetivo era detener el empuje de Rocío Tejedo – Andrea Revuelta, de nuevo situadas de avanzadilla en los duelos fourballs.
Para ello ubicó a Elisabeth Rudisill y Kathryn Ha como muro de contención, una táctica positiva -las españolas, por la tarde, no encontraron el camino del éxito que por la mañana era autopista de cuatro carriles- si no fuera porque en el resto de emparejamientos la situación, como por la mañana, era poco halagüeña y por momentos desesperada.
No obstante, esas primeras rentas cortas en la gran mayoría de los partidos a favor de Europa dieron paso a un marcador parcial cada vez más estrecho donde las norteamericanas, por fin, dieron muestras del potencial que llevan dentro, con punto decisivo a su favor en el duelo que involucraba a Anna Cañadó, un final de infarto resuelto en el mismo hoyo 18.
Así las cosas, la historia de la jornada concluyó como empezó la tarde, con amplia ventaja de Europa. Por momentos arrasó sin piedad a Estados Unidos, pero su reacción final genera prudencia. Lo dice Cloe Amión, la única española que ha contribuido a sumar dos puntos en la jornada: “en 2021 ya pasó. Tenían mucha ventaja, pero al final Europa protagonizó una gran reacción”.
Efectivamente, en golf, cuidado, en ocasiones se ha obrado el milagro, aunque las pupilas de Gwladys Nocera no parecen estar por la labor. ¡Vamos Girls!