Lucas Glover tuvo un gran control el sábado, cogiendo todas las calles y fallando sólo un green, en su camino hacia un 8-bajo, 62 golpes. Eso le dio el liderato compartido con Billy Horschel, que luchó contra su swing hacia el final y aún así logró un 63. Ambos estaban 18-bajo, un golpe por delante del líder de 36 hoyos Russell Henley.
Henley embocó un putt para birdie desde nueve metros en el último hoyo y logró 65 golpes.
El Wyndham Championship es el último evento del PGA TOUR antes de los Playoffs de la FedExCup, y sólo los 70 primeros avanzan a la próxima semana en Memphis, Tennessee. Esto es un cambio con respecto a años anteriores, cuando los 125 mejores llegaban a los Playoffs.
Lucas Glover llegó al Sedgefield Country Club en el puesto 112 y sin una victoria en más de dos años. Pero ha estado construyendo hasta este punto, con tres finales de sexto o mejor en sus últimos cuatro torneos, y lo puso todo junto en un día cálido y soleado que comenzó a secar el campo.
Terminó con birdies en sus dos últimos hoyos, un wedge que aterrizó cerca de la bandera y se colocó a menos de un metro de distancia en el 17, y un putt de birdie de dos metros en el hoyo 18.
Billy Horschel, que ocupa el puesto 119 en la clasificación, comenzó el día bajo un árbol a la derecha de la primera calle. Cortó a través de la calle en el rough, utilizó el contorno del green para ejecutar un wedge a dos metros y medio escapando con par.
Con una vuelta sin bogeys y unos resultados de 62-63, tiene la oportunidad de prolongar su temporada, aunque ha reservado un viaje a las Bahamas con su familia la semana que viene.
Justin Thomas también se mantuvo en la pelea, al menos para su temporada. Hizo un 66 que le permitió empatar en el undécimo puesto, y aunque la desventaja de nueve golpes es probablemente demasiado terreno para recuperar, está a punto de colarse entre los 70 primeros para prolongar su temporada.
Thomas nunca se ha perdido los Playoffs desde su temporada de novato en 2015. Este año se juega aún más. Está bajo consideración como elección del capitán para la Ryder Cup, y haría más difícil tal elección si no tiene un lugar para jugar las próximas tres semanas.
«Es un tipo diferente de nervios», dijo Thomas. «Es mucho más duro que intentar ganar un torneo de golf, en mi opinión. Creo que cuando intentas ganar un torneo estás ahí y si no ganas es un fastidio, pero aún así has tenido una gran semana. Si no consigo hacer lo que tengo que hacer esta semana, entonces es una putada y se acabó mi año».
