En una mañana en la que las condiciones pusieron a prueba a todo el mundo, Harman estuvo sencillamente impecable en Royal Liverpool al firmar un 65, suficiente para aventajar en cinco golpes a Tommy Fleetwood antes de su segunda ronda.
Todavía queda un largo camino por recorrer para decidir el campeón del 151º Open Championship, pero si mantiene este estado de forma, Harman se pondrá a tiro.
Fue el sensacional juego corto de Smith lo que marcó la diferencia cuando contuvo el desafío de Cameron Young y Rory McIlroy en su camino hacia la victoria en el Old Course hace 12 meses.
Y eso ha demostrado ser la base de la carga de Harman en esta ocasión su 65 del viernes es la quinta ronda consecutiva que firma por debajo de los 70 golpes en el Open.
Con cuatro birdies consecutivos desde el hoyo 2 al 5, Harman se hizo rápidamente con el control de la clasificación, antes de cerrar una ronda de seis bajo par con un eagle en el último hoyo.
Ya ha liderado un grande en el pasado, sobre todo después de 54 hoyos en el US Open en 2017, para ser superado por Brooks Koepka.
Su última victoria se produjo hace seis años en el Wells Fargo Championship, y Harman es muy consciente de la naturaleza voluble de este deporte.
Dijo: «Intento no dejarme llevar demasiado por eso. Es sólo golf. Creo que cuando fui líder en los 54 hoyos del US Open, pensé demasiado en ello.
«No me concentré en dormir y comer bien. En eso me centraré este fin de semana.
«Tengo una mente muy activa. Siempre me ha costado predecir el futuro e intentar pronosticar lo que va a pasar. He intentado sentirme cómodo sin saber nada».
Lo más impresionante de la ronda de Harman fue lo clínico que fue. Aprovechó casi todas las oportunidades que se le presentaron, con sólo 23 putts en toda su ronda, después de los 26 del jueves.
El mejor golpe de esa racha fue en el 5, donde parecía en apuros, pero embocó un chip desde el rough contra la bandera, lo que le permitió hacer cuatro birdies en los nueve primeros.
Como para demostrar que no fue casualidad, Harman se mantuvo sin bogeys en el 12, cuando embocó desde doce metros para un improbable par.
Cuando logró un eagle desde cuatro metros en el último hoyo, completando la primera ronda sin bogeys del día y sólo la tercera en todo el torneo, Harman estaba en el país de los sueños.
Y añadió: «He tenido un buen putter los dos últimos días, así que intentaré aprovecharlo el fin de semana. Quedan 36 hoyos, así que intentaré descansar y prepararme».
No cabe duda de que Harman está ahora en liza. La pregunta es, ¿podrá romper por fin esa racha de derrotas?
«No sé por qué no ha sucedido, pero no voy a renunciar, prometió. Voy a seguir intentándolo y espero que algún día lo consiga».
¿Un día, quizá el domingo?