Dos norteamericanos se han puesto por encima del resto en Los Ángeles Country Club. Rickie Fowler y Xander Schauffele. Los dos, mano a mano, han sustentado un inicio de US Open muy fuerte, poniéndose a la cabeza de la competición con una ronda muy fuerte, de juego firme y acertadísimo, 62 golpes, que además supone un récord para el torneo.
Con -8 de acumulado ambos, Fowler empezaba su show con tres birdies en los tres primeros hoyos, para luego obtener dos más al paso por el 6 y el 8 y después, con algún obstáculo más, pero con otros cinco en la segunda mitad (birdies en el 10, 12, 14, 16 y 18, y dos bogeys en el 11 y 17); por su parte, su compatriota no acumulaba ningún fallo en su tarjeta, llegando al 18 con ocho birdies.
Todo ello, para superar una marca vigente desde 1980 en Baltusrol Golf Club, cuando Jack Nicklaus, a la postre ganador, y su compañero Tom Weiskopf obtuvieron un 63 en la primera ronda.
Por detrás, en un día de vueltas bastante bajas, aparecen otros norteamericanos como Wyndham Clark y Dustin Johnson (64), Brian Harman (empatado este con 65 con Rory McIlroy), o Bryson DeChambeau y Scottie Scheffler (los dos con 67).
Respecto a los españoles, y aunque aún es pronto para sacar conclusiones, no fue el día más propicio, porque las vueltas bajas les van a obligar a tener que apretar mucho los dientes de cara a superar el segundo día y a mantenerse con opciones el fin de semana.
Así, Alejandro Del Rey entregaba 68 golpes en la Casa Club (eagle en 6 y tres birdies con tres bogeys) para empatar en el puesto 14, Jon Rahm se conformaba con 69 tras no terminar de encontrar su versión más productiva y acertada, costándole entrar en juego con solo tres birdies y dos bogeys y David Puig se quedaba con 69 impactos en el puesto 25 empatado.
Sergio García, sin encontrarse con el campo, no pudo bajar de la barrera de los 70 golpes y se quedó muy lejos, con el par del campo y empatado en el puesto 38; el último de los nuestros fue Pablo Larrazábal con 71 golpes, empatado con otros como Adam Svensson, Thomas Pieters, Matthieu Pavon, Matt Fitzpatrick, Brooks Koepka o Collin Morikawa, todos muy lejos de su rendimiento esperado.
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