La única mancha de Fowler llegó en el primer par-4, un bogey que rápidamente impulsó a Rahm a una ventaja de 1 arriba. Un birdie del español en el par 4 del tercero amplió la ventaja a 2 arriba. Para muchos, ese primer hoyo contra el jugador número 2 del mundo podría ser el principio del fin. En cambio, fue el último hoyo que ganó Rahm.
Fowler igualó los cuatro birdies restantes de Rahm, incluyendo el par 4 del quinto y el par 5 del sexto y, sobre todo, evitó problemas en el octavo y el undécimo, donde Rahm hizo un par de bogeys que llevaron el partido de nuevo al empate. Fowler ganó el 12 con un birdie y el 15 con un par, ya que Rahm volvió a hacer bogey, tres putts desde apenas diez metros.
«Muy poco característico de Jon. Sé que hoy no ha jugado muy bien y ha tenido problemas en los greenes», dijo Fowler. «Hoy no ha sido precisamente fácil, pero sí, he tenido la suerte de darle la vuelta, de controlar el partido en los últimos nueve hoyos, y de mantener el acelerador a fondo».
Con la vista puesta en una invitación para el Masters, Fowler necesita, como mínimo, terminar entre los ocho primeros para clasificarse. Una sorpresa el primer día es una buena manera de empezar.
Jon Rahm, que dijo el martes que volvería a cualquier evento futuro de match-play incluso si no son torneos especiales, llegó a la final en 2017 -el segundo año que tuvo lugar en Austin- antes de perder ante el entonces número 1 Dustin Johnson.
Pero tendrá que pelear duro para poder pasar de la fase de tras caer ante Fowler. El español se enfrentará el jueves a Keith Mitchell, que empató con Billy Horschel en su partido inaugural.
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Fotos: PGA Tour
