Con cuatro victorias en sus últimas seis salidas en todo el mundo, incluida una victoria por un golpe en The American Express este domingo, Rahm parece estar pasando de ser un gran jugador a uno dominante.
La receta actual de Rahm está resultando bastante eficaz. Consiguió un total de 27 golpes bajo par en las cuatro rondas en The American Express para una victoria de un golpe sobre el novato del Tour Davis Thompson, su cuarta victoria en cinco salidas oficiales en todo el mundo. Con el noveno título de su carrera en el PGA Tour, se coloca en lo más alto de la clasificación de la FedExCup y continúa con una de las rachas más impresionantes de los últimos tiempos al más alto nivel.
Hace dos semanas, Rahm remontó desde seis golpes de desventaja en los últimos siete hoyos para imponerse a Collin Morikawa en el Tournament of Champions. Esta semana, Rahm compartió el liderato durante 54 hoyos con Thompson, con 23 golpes bajo par, y le bastó con un domingo tranquilo. La ventaja definitiva llegó en el hoyo 16, par 5. El segundo golpe de Rahm coqueteó con un búnker en el emblemático hoyo San Andreas del Stadium Course antes de asentarse en la calle, a 33 metros del hoyo. Dejó su bola a dos metros y medio embocando el putt, que se enganchó en el borde y dio casi toda la vuelta antes de caer.
Rahm se sintió cómodo el domingo en el desierto de California, cultivado a través de una ética de trabajo que él describe como «obsesiva». Se tradujo en un trofeo.
«Creo que hoy he estado más cómodo que en mucho tiempo en el campo de golf, de tee a green», dijo Rahm el domingo por la tarde. «Cada vez que me he sentido así en el pasado, he terminado ganando, simplemente porque me quita mucha presión de muchas partes de mi juego, sabiendo que básicamente voy a pegar el golpe que estoy imaginando. Y esa es una zona realmente única en la que ponerte”.
«Eso no ocurre tan a menudo como me gustaría. Ojalá pudiera ser así todas las veces, saber que voy a golpear en el centro de la calle y acertar en la bandera. Pero no siempre es así. Así que me alegro de haber disfrutado hoy de un día así».
Las victorias son agradables, y Rahm pretende saborear ésta. Cuatro victorias en cinco salidas oficiales es aire enrarecido. Pero él sabe que para los que desean permanecer en la élite del juego, no hay tiempo para la autocomplacencia. La búsqueda de una ventaja adicional es eterna.
Ahí es donde entra en juego la observación de otros jugadores de alto rendimiento. Para Rahm, una notable fuente de inspiración es el fallecido Kobe Bryant, cinco veces campeón de la NBA con Los Ángeles Lakers y 18 veces All-Star de la NBA.
Rahm sintió una conexión con Bryant en torno a la «obsesión» por el deporte, y aunque se toma muy en serio el equilibrio entre la vida laboral y personal como marido y padre de una familia joven, es consciente de la importancia de reconocer los rasgos que le llevaron al más alto nivel del juego y que pueden mantenerle allí a largo plazo.
«Pasé mucho tiempo (en la universidad) escuchando muchas de sus entrevistas y vídeos, porque veo muchas similitudes entre nosotros en la forma de enfocar nuestro oficio», dijo Rahm. «Porque ‘oficio’ es la palabra clave para Kobe. Y teniendo esa obsesión que ambos tenemos por el juego, es alguien de quien aprender sin duda».
«La ética de trabajo gana al talento cualquier día de la semana, punto. Y me gusta pensar que tengo una ética de trabajo muy dura y que le dedico mucho tiempo».
El talento es clave para conseguir una tarjeta del PGA Tour, pero son los intangibles los que separan a los buenos de los grandes. Encontrar ese golpe extra que a menudo marca la diferencia, como le ocurrió el domingo a Rahm.
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Fotos: PGA Tour
