Que Woods, que ganó aquí su primer título de un Major, batiendo un récord, hace 25 años, a la edad de 21 años, fuera capaz de participar en su vigésimo cuarta participación del Masters parecía descabellado hace tan sólo unos meses.
Sin embargo, gracias a las herramientas quirúrgicas que sostienen los huesos que se rompieron en el accidente, volvió a la competición más pronto que tarde, insistiendo a principios de la semana en que no estaría compitiendo si no creyera que puede ganar.
La única competición en la que había jugado desde noviembre de 2020 fue un evento por equipos de dos días con su hijo, Charlie, el pasado diciembre. Pero se trataba de un formato de scramble, y Woods pasó la mayor parte del tiempo en un carrito, cojeando notablemente.
Su tarea en el primer campeonato masculino importante de 2022 era muy diferente: atravesar un recorrido con muchos cambios de elevación y anotar una puntuación con digna ante la amenaza de encontrarse bastante oxidado, un desafío incluso para alguien con 82 victorias en el PGA Tour.
Tiger Woods respondió a la prueba, completando su ronda con pares clave de 3 metros tanto en el primer como en el último hoyo. Entre esos momentos cruciales en su primera competición oficial en más de 500 días, Woods mostró otros destellos de su talento característico en una ronda que comenzó bajo las nubes y se jugó en su mayor parte en medio de un sol brillante y una brisa notable.
Con una polo rosa azalea, Woods se puso en números rojos en el hoyo 6, par 3, donde un magnífico golpe de salida le permitió embocar un putt de apenas medio metro para birdie.
Después de un bonito drive en el octavo y un buen segundo golpe que le dejó un pitch de 50 yardas, se quedó corto en el green «falta de concentración», dijo y luego hizo un chip largo «falta de compromiso». «Luego un putt bloqueado, sólo tres malos golpes seguidos», dijo Woods.
Salvó el par en los hoyos 10 y 11 y siguió con un birdie de dos putts en el par 5 del 13. Woods realizó un buen golpe de recuperación desde la izquierda en el 14, y su bola terminó justo por encima del green. Pero falló un tiro de dos metros para el par, lo que le dejó con la necesidad de hacer un birdie en uno de los últimos cuatro hoyos para romper el par en su regreso a un torneo de golf. Hizo un 2 en el 16 con el putt más largo que hizo en todo el día, nueve metros.
Acertó ocho de 14 calles y nueve de 18 greens, necesitando sólo 27 putts.
Woods expresó su gratitud por poder competir esta semana y su agradecimiento a las grandes y entusiastas galerías que le observaron. «La marcha no es fácil», dijo. «Es difícil. Con todo el hardware en mi pierna, va a ser difícil el resto de mi vida. Así son las cosas. Pero soy capaz de hacerlo. Tengo mucha suerte de tener la oportunidad de jugar. El lugar era eléctrico».
Woods estaba entusiasmado por estar de vuelta donde quería estar, y también lo estaban las legiones de personas que le vieron hacer el exitoso regreso.
