Mañana jueves sería su primera competición oficial en 508 días, remontándose a la ronda final del Masters (noviembre) de 2020. Es el segundo parón más largo de su carrera.
Nadie que le haya observado esta semana duda de que pueda golpear la pelota lo suficientemente bien.
«Lo que es un flechazo», dijo Fred Couples después de jugar con Woods y Justin Thomas el lunes.
Añadió Rory McIlroy, que hace su décimo cuarta aparición en el Masters: «He pasado un poco de tiempo con él en casa, y el golf está ahí. Le está pegando bien. Está pegando bien el chip. Está afilado».
La cuestión esta semana es si Woods puede caminar. El cinco veces campeón del Masters dijo que los médicos consideraron amputar su pierna derecha después de un accidente de coche en Los Ángeles a principios de 2021. Ahora, 14 meses después, espera poner un pie delante del otro durante 72 hoyos.
Es más difícil de lo que parece. Aparte del Plantation Course de Kapalua, sede del Tournament of Champions, el Augusta National presenta algunos de los terrenos más accidentados del golf. Como dirían en el cercano Fort Gordon, todo será izquierda, derecha, izquierda mientras Woods recorre colinas y valles, sorteando resbaladizas laderas, la pinaza y búnkeres inclinados.
Cameron Davis, que se unió a Woods durante su ronda de prácticas del domingo, dijo que iba «un poco lento» subiendo las empinadas cuestas del 17 y el 18.
Antes del accidente, la mejor manera de leer a Tiger Woods al final de su carrera era observar su velocidad.
Hoy en día, todo el mundo se fija en su forma de andar.
«Es sólo la exigencia física de recorrer los 72 hoyos aquí esta semana», dijo McIlroy.
No es que le sorprenda que Woods pueda cumplir con esa exigencia. Max Homa dijo esencialmente lo mismo, que estaba menos sorprendido que asombrado de que Woods esté de vuelta, añadiendo que la ardua terapia física a la que ha tenido que someterse sólo para estar aquí le trajo a la mente el documental de 2015 «La musa de Kobe Bryant.» En concreto, la parte después de que Bryant se lesionara el Aquiles.
«Es sólo él recogiendo canicas con los dedos de los pies», dijo Homa. Una y otra vez. Repetir una tarea tan monótona requiere una disciplina increíble.
¿Qué podemos esperar de Woods esta semana? ¿La excelencia? ¿Mediocridad? ¿Un poco de ambas?
«Yo sí», respondió Woods cuando se le preguntó si cree que puede ganar.
Si él no duda porque habremos de hacerlo los demás. Simplemente disfrutemos. La leyenda ha vuelto.
