Cayetana Fernández formó parte, junto a Andrea Revuelta, del equipo ganador de la Junior Solheim Cup de 2021, torneo que desde 2002 es la versión de la Solheim Cup para jugadoras amateur de 12 a 18 años.
Paula Martín, por su parte, fue la vencedora de “Objetivo 2023” del año pasado, un programa de la RFEG y Deporte & Business para mejorar el rendimiento de las golfistas de élite e incentivar la competición entre las golfistas más jóvenes con opción de clasificarse para el equipo europeo de la Junior Solheim Cup 2023.
Primera escala: la sede de la RFEG
El itinerario del trofeo de la Solheim Cup tendrá como primera parada la Real Federación Española de Golf y el Centro Nacional de Golf, en Madrid, y seguirá por los distintos clubes de golf españoles que cuenten con una “Embajadora Solheim Cup”.
Por ese motivo, el trofeo fue entregado por Manuel Muñoz a Mar Ruiz de la Torre, presidenta del Comité Técnico Femenino de la Real Federación Española de Golf y una de las numerosas “embajadoras” con las que cuenta el torneo en España.
La labor de las “Embajadoras Solheim Cup” es muy importante, ya que durante la estancia del trofeo en cada uno de los clubes, serán ellas las que organicen y desarrollen las diferentes actividades de promoción.
Dichas acciones generarán la oportunidad de dar a conocer el golf femenino en distintos ámbitos sociales, crearán interés en personas que hasta ese momento no hayan tenido contacto con este deporte y potenciarán la motivación de las mujeres y los jóvenes por el golf.
Una auténtica obra de arte
El trofeo de la Solheim Cup es una copa de cristal fabricada por la prestigiosa firma irlandesa Waterford Crystal, fundada en 1783 por los hermanos Penrose.
Con un peso de poco más de 9 kilos, la copa mide casi medio metro de altura (49 cm exactamente), incluida la base de caoba, y tiene un diámetro de casi 11,50 cm en la parte superior y de casi 21 cm en la parte inferior.
Tras recibir el encargo por parte de la organización de la Solheim Cup, Waterford Crystal confió la creación del trofeo a Billy Briggs, uno de sus mejores diseñadores.
Briggs eligió para esta copa unas líneas elegantes y fluidas como homenaje a los éxitos deportivos, pero sin renunciar a una exquisita decoración que requirió lo mejor de tres procesos fundamentales de la fabricación del vidrio: soplado, corte y grabado.
Además, la zona central del trofeo está ocupada por un óvalo donde aparecen el nombre de Solheim Cup y la silueta de la copa. Para ello se utilizó una técnica ancestral originaria del antiguo Egipto y que apenas ha cambiado desde la Edad Media.
Todo este proceso dio lugar, posiblemente, a uno de los trofeos más atractivos y reconocibles del mundo del golf, una joya que según sus creadores “nació del fuego y la arena”, y que es el icono inconfundible de la competición más importante del golf femenino.
Durante su recorrido por la geografía española, el trofeo de la Solheim Cup viajará con una peana y una vitrina, y quedará expuesta en el rincón más destacado de cada club anfitrión.