El australiano Cameron Smith abrió el Tournament of Champions con un par de largos putts para eagle compensando un tempranero bogey para un ocho bajo, 65 golpes, y una ventaja de uno en Kapalua.
Durante el resto de la cálida y magnífica tarde, la atención se centró rápidamente en los dos jugadores que el golf no han dejado ver en bastante tiempo.
Patrick Cantlay, que compitió por última vez el domingo en la Ryder Cup, el 26 de septiembre, aprovechó los hoyos de puntuación y las suaves condiciones y empezó a hacer birdies y un eagle. Tuvo que conformarse con el par en el hoyo 18, que es un par 5 firmando un siete bajo, 66 golpes.
No está mal para su primera competición en 102 días.
Jon Rahm, que necesitaba urgentemente un descanso de los caóticos 16 meses con su primer grande la paternidad y el COVID-19, no cometió bogeys, aún así se sintió ligeramente irritado por un par de putts para birdie que dejó cortos en los pares 5. También hizo 66.
Fueron los principales aspirantes a la FedExCup el año pasado, cuando Cantlay cerró con un magnífico hierro 6 para birdie en el último hoyo y una victoria de un golpe en el TOUR Championship, que le dio los 15 millones de dólares y, a la postre, el jugador del año del PGA Tour.
Este viernes se volverán a ver las caras. «Otra vez», dijo Cantlay con una sonrisa.
Hubo mucho y buen golf, atribuible a un día en el paraíso que se sentía y se veía como tal. El sol era abrasador. Unas cuantas ballenas jorobadas saltaban al agua. El viento no hacía estragos. El recorrido de Plantación Course estaba blando por la lluvia. La situación era simplemente ideal.
Veintidós jugadores de los 38 ganadores superaron los 70 golpes. Justin Thomas, Patrick Reed y Lucas Glover, todos con 74, fueron los únicos jugadores por encima del par.
Pero mientras todo el mundo se tomaba un descanso por vacaciones, lo que significó más pesca que golf para Smith mientras estaba en el norte de Florida, Cantlay y Rahm parecían haberse ido para siempre. Sin embargo, no dieron esa sensación.
«Todavía creo que estoy un poco oxidado y lo vi en mi salida», dijo Cantlay, que falló en el primer green. «Me escapé con un par de golpes flojos y un flyer en el sexto hoyo donde pude hacer el par, pero quizás no debería haberlo hecho».
Rahm estuvo mucho más limpio, jugando sin bogeys. Consiguió tres birdies consecutivos en los primeros nueve hoyos y luego se calentó, como hizo Cantlay, en los últimos seis hoyos.
Rahm terminó con un largo birdie de dos putts en su primera ronda en 83 días.
«Siempre se puede esperar un poco de óxido», dijo Rahm. «Me tomé tiempo libre, pero no estuve en el sofá sin hacer nada. Seguí entrenando. Seguía practicando como si todavía estuviera en la temporada. Me tomé tal vez tres semanas de descanso del golf, que eran muy necesarias. Pero aunque estaba en casa, estaba practicando.
«De nuevo, no es que me sorprenda haber jugado bien, pero es muy bueno salir y empezar el año de la manera correcta».
Daniel Berger se unió a Cantlay y Rahm a un solo golpe del liderato.
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Fotos: PGA Tour
