Referente del golf español por méritos propios, el jugador canario tiene la oportunidad de completar un currículo solo apto para los mejores, campeón de España amateur desde benjamín a junior, serio aspirante a un Open de España que culminaría muchos de sus sueños.
De menos a más, siendo el menos una actuación más que notable de 67 golpes que ha dado paso a otras dos sobresalientes de 65 y 64, la solvente progresión de Rafael Cabrera-Bello se puso de manifiesto con su segunda vuelta sin errores, endulzada en este caso mediante 7 birdies que le convirtieron en inalcanzable para el resto de sus rivales.
El canario fue una combinación de seguridad, aplomo y acierto desde el principio hasta el final de la jornada, adquiriendo una ventaja de dos golpes sobre el barcelonés Adri Arnaus y el francés Julien Guerrier que no es definitiva, pero sí apreciable de cara a los últimos 18 hoyos.
Rafael Cabrera-Bello, segundo en la última edición de 2019, puso de manifiesto que se mueve como pez en el agua en el CC Villa de Madrid, un recorrido al que le sacó de nuevo buen provecho. Tremendamente inspirado, el canario arañó de forma machacona golpes al campo para encaramarse en lo más alto de la clasificación. Cuatro birdies en la primera vuelta, otros tres en la segunda, ajeno a los errores, su relación con la perfección contó con el premio del liderato al final de la jornada.
“Ha sido mi mejor día, en un campo que me encanta, un día que no voy a olvidar por el apoyo del público, que me ha puesto la piel de gallina en todos los hoyos”, declaró con satisfacción tras erigirse en nuevo líder.
A ese punto, de manera momentánea en un punto de la jornada, llegó asimismo Adri Arnaus, cuarto en la edición de 2019 y, como Rafael Cabrera-Bello, con muy buenas opciones de mejorar prestaciones en la presente cita. El golfista catalán completó una vuelta destacada donde los aciertos superaron con creces su único error del día, en el hoyo 12, un balance muy positivo que se suma al trabajo realizado en las dos jornadas previas y que le incluye dentro del grupo de serios aspirantes al triunfo
De la parte más alta de la tabla se desligó sin embargo un Jon Rahm que no experimentó su mejor día. El vasco lanzó la bola a la izquierda en su primer golpe de la jornada, una acción que no tuvo consecuencias posteriores en un hoyo saldado con el par pero que resultó en cualquier caso premonitoria.
La ansiedad y la ganas de hacerlo bien afloraron desde primera hora en su juego, una rémora que se mantuvo durante más tiempo del debido y que le impidió seguir el ritmo frenético de aciertos de sus principales rivales en la lucha por el título.
El número 1 del ranking mundial, centro de atención omnipresente de todos, erró en el hoyo 3 y, sobre todo, en el hoyo 5, donde la bola iba y venía de un lado al otro de la calle antes de encontrar acomodo en el agujero.
Un bogey y un doble bogey fue la dura consecuencia de su juego dubitativo, que encontró momentáneo respiro gracias a los aciertos en los hoyos 7 y 9 antes de adentrarse de nuevo en el lado oscuro, con nuevos errores, encima consecutivos, en el 11 y en el 12, que minaron su confianza y moral. Sólo su buen oficio le permitió arreglar una vuelta que iba camino del caos mediante dos birdies que le mantienen dentro del Top 10.
Seis golpes le separan ahora de la parte más alta de la cabeza en su lucha por conseguir el tercer título consecutivo en un Open de España.