23 de noviembre de 2024

Kasumigaseki Country Club, un desafío olímpico

Kasumigaseki Country Club, un desafío olímpico

Kasumigaseki Country Club es la denominación de la sede elegida para acoger sucesivamente los torneos masculino –del 29 de julio al 1 de agosto– y femenino –en este caso del 4 al 7 de agosto– en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, nomenclatura mantenida por el Comité Olímpico Internacional y el país organizador a pesar de que, a consecuencia de la pandemia del Covid-19, se celebran en 2021.

Con casi cien años de antigüedad, fundado concretamente en 1929, Kasumigaseki Country Club constituye el otro gran desafío olímpico de todos los golfistas presentes en Japón, donde la competición de golf se antoja apasionante.

Kasumigaseki Country Club

Ubicado en la localidad de Saitama, a unos 40 minutos del centro de la megalópolis de Tokio, el Kasumigaseki Country Club ha acogido a lo largo de su prolongada historia numerosos torneos de prestigio de carácter profesional y amateur, con mención especial para la Copa Canadá – Copa del Mundo de Golf que tuvo lugar en Japón en 1957, lo que en aquel entonces constituyó su verdadera puesta de largo.

Dotado de dos recorridos de 18 hoyos, la competición olímpica se llevará a cabo en el Campo Este, diseñado en su momento por los arquitectos Kinya Fujii y Shirou Akaboshi. Con posterioridad sufrió dos remodelaciones, la primera a cargo de C. H. Alison y la segunda, ya más reciente, en 2016, realizada por la firma Fazio Design

Al margen de la citada Copa Canadá de 1957, el Kasumigaseki Country Club ha albergado el Open de Japón Masculino en cuatro ocasiones (1933, 1956, 1995 y 2006) y el Femenino en 1999. En el ámbito amateur, sus recorridos han acogido asimismo importantes competiciones, caso del Japan Amateur Golf (1965, 1977), el Japan Women’s Amateur Golf (1956, 1964, 1974) y el Asian Amateur Championship (2010). 

Una joya paisajística 

El Kasumigaseki Country Club está considerado como una auténtica joya paisajística, rodeado del espectacular bosque de las colinas Musashino. Cada lago, cada bunker, cada árbol ha sido cuidadosamente emplazado para crear un entorno idílico a la vez que para crear un recorrido repleto de desafíos, donde la estrategia a la hora de seleccionar los palos para ejecutar cada golpe tiene una importancia vital, todo ello en un escenario donde la flora y la fauna local adquieren un enorme protagonismo. 

Atención especial para sus sinuosas calles, repletas de ondulaciones, y para sus amplísimos greenes, de superficie muy significativa que ponen en peligro los pares de aquellos que no dejen la bola, a la primera, en el lugar adecuado. Todo ello sin desatender la importancia que adquieren a lo largo del recorrido unos bunkers muy profundos donde, lo mejor obviamente, es no caer en ellos.

Fuente & Foto: RFEG

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